Sindicales

24/8/1993|399

Comunicado de Prensa

El día 2/8, el diario “Ambito Financiero” reprodujo un artículo publicado en el “Miami Herald”  de Estados Unidos y también en la revista “Newsweek” de esa semana. La información asevera que, luego de una larga investigación, se comprobó que uno de los compañeros muertos durante los hechos de La Tablada, Roberto Vital Gaguine, fue responsable de un atentado a Eden Pastora. El día 5/8, algunos programas periodísticos de radio y TV trataron el tema y el lunes 9 de agosto en “El Cronista Comercial” y con la firma del periodista Mario Baizán se amplían las imputaciones calumniosas contra el Movimiento Todos por la Patria, tratando de involucrarlo en el atentado contra Eden Pastora y otras actividades ilegales.


 


Queremos desmentir todas estas imputaciones mal intencionadas, impulsadas por sectores de EE.UU. que pretenden blanquear así las actividades de la CIA, de nefastas consecuencias para todos los latinoamericanos; es, claramente, una nueva maniobra, como las tantas que se hicieron desde el 23 de enero de 1989 para generar más confusión.


 


De niguna manera la persona que figura en la supuesta denuncia ha estado relacionada con el MTP. Nuestro compañero Roberto Vital Gaguine se incorporó al MTP en diciembre de 1986, después de regresar de un exilio forzado de varios años en Inglaterra, por haber participado en el PRT durante la década de los ‘70. Luego de su incorporación, realizó actividades políticas de difusión y propaganda de la propuesta del Movimiento. Como lo dije en mi declaración, durante los hechos de La Tablada lo vi cuando se derrumbaba incendiado el techo de la Compañía B. Yo me dirigí a una ventana para saltar y él —junto a Juan Manuel Murúa— recorría unos metros hasta la sala de armas para guarecerse allí. Pero pocos minutos después, ésta comenzó a explotar.


 


Afirmamos que esto es parte de la campaña en nuestra contra. Así como el llamado periodista Juan José Salinas lanza acusaciones sobre el compañero Enrique Gorriarán —que perseguido y proscripto no puede defenderse públicamente— en este caso se utiliza un compañero muerto para cubrirlo de infamia.


 


Todas estas cosas no son casuales. Estas supuestas investigaciones buscan, con la anuencia del gobierno argentino, dificultar el ingreso del recurso presentado por los presos y nuestros abogados defensores ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)  de la OEA que funciona en Washington. Allí se demuestran las aberraciones jurídicas a que fuimos sometidos y las violaciones a los derechos humanos cometidas contra nosotros, que incluyen hasta la desaparición forzada de personas, como en los tiempos más duros de la última dictadura militar.


 


Al vincularnos con el atentado contra Eden Pastora se nos pretende involucrar en un hecho en el que, además, murieron periodistas; para que la supuesta noticia tenga repercusión en la prensa, justo en el momento en que la campaña por la Amnistía de los Presos Políticos —impulsada por una serie de personalidades del país y del exterior— va cobrando cada día más importancia por las adhesiones que recibe.


Además, esta campaña intenta crear interrogantes sobre nuestro compromiso de participación como organización política legal. Nunca fuimos ilegalizados y nuestra actividad ha sido y es clara.


 


No tenemos nada que esconder a nuestro pueblo y reafirmamos día a día nuestro compromiso con la lucha política que permita hacer de esta democracia una herramienta para alcanzar la justicia social y la independencia nacional; en definitiva, una sociedad solidaria.


 


Quiero agregar que, luego de escuchar el 6/8 la entrevista realizada por el periodista Santo Biasatti al periodista norteamericano Douglas Vaughan, queda más clara la maniobra. El periodista norteamericano, cuando le preguntaron el origen de los datos utilizados para la identificación de Roberto Vital Gaguine, contestó que fue un exiliado argentino en Francia, del cual no podía dar el nombre; dejó así un margen de duda. Podemos afirmar que ese supuesto exiliado argentino es Jorge Ricardo Masetti (hijo) que se fue de Cuba para trabajar con la CIA en la campaña anticubana. Esto no lo quiso decir Douglas Vaughan porque quedarían en claro sus intenciones.