Sindicales

14/12/2015

Con la mirada cómplice del gobierno que se fue y del que vino: cierran Paraná Metal


Después de explotar la fábrica durante años, sin invertir un solo peso, Cristóbal López anunció hace unos días el despido de todo el plantel de la fábrica Paraná Metal, unos 140 compañeros. Hace un mes habían enviado telegramas de preaviso. El grupo Indalo, propiedad de López, no se desprende de la empresa sino que la mantiene en hibernación “hasta que sean más favorables las condiciones”. Así mantiene una serie de empresas en todo el país.


Desde 2008, los trabajadores de la empresa vienen sufriendo maniobras de todo tipo para hacer pasar suspensiones y despidos. En 2010, después de la llegada de los López, se desató una ofensiva para reducir el plantel de la fábrica. La resistencia enorme de los trabajadores de toda la zona de Villa Constitución fue entregada por la UOM local, que aceptó un acta que despedía a 900 de los 1.100 trabajadores.


Maniobra electoral


La última postergación del cierre durante el mes del balotaje fue solo una maniobra electoral a pedido de los K.


Tanto los despidos como la responsabilidad de la continuidad de la planta recaen sobre el gobierno que se fue como sobre el gobierno que acaba de entrar.


Cristóbal López está a la espera de la activación de los planes de ajuste de Macri con la esperanza de que se generen condiciones más favorables para la exportación, mientras el pato de la boda son los trabajadores de la fábrica y de la ciudad de Villa Constitución. Entre los culpables de este golpe también se reservan su parte los “socialistas” del gobierno de Santa Fe, que trabajaron sistemáticamente para desactivar todos los conflictos obreros contra los despidos y cierres de fábricas que estallaron en estos años.


La UOM marca el paso


Es fundamental arrancar cuanto antes una fuerte campaña por la expropiación inmediata de la empresa. Si las condiciones no son “favorables” para López, que el Estado expropie la empresa y garantice los puestos de trabajo mediante un proceso de reconversión industrial.


Que la UOM de Villa convoque a un plenario de trabajadores de la zona para discutir un plan de lucha y un programa para enfrentar el ajuste que pretenden que paguen los trabajadores. Están en juego las condiciones en las que el movimiento obrero va a enfrentar la carestía, los tarifazos, los despidos. Junto a Cresta Roja, la lucha por la reapertura de Paraná Metal debe ser una lucha de todo el movimiento obrero, porque es el banco de pruebas del nuevo gobierno frente a los trabajadores.