En medio de un accionar escandaloso que –en la línea de las burocracias sindicales más podridas– incluyó barras bravas, censura y macartismo, la dirección del gremio de músicos SADEM impuso la votación a libro cerrado del “balance” en la asamblea obligatoria anual. “Mostraron ser una burocracia derrotada que usó los peores métodos para callar a la oposición, con la complicidad del ministerio de Trabajo macrista”, dijo a Prensa Obrera el guitarrista y compositor Luis Máuregui, apoderado de la lista Naranja-Músicos Organizados, la oposición clasista en el sindicato. “Llevaron a decenas de barra bravas de Defensa y Justicia que no nos dejaron ingresar hasta pasadas casi dos horas del horario de la convocatoria”, agregó.

“No nos dejaban pasar y, cuando al final lo hicieron en presencia de nuestros abogados y escribanos, el salón ya estaba lleno”, cuenta la cantante Patricia Barone. “Llamaron a la asamblea por presión y movilización nuestra, ya que en 2016 y 2017 no la convocaron, tal como indican los estatutos. Pero a la hora de su realización, fue regimentada y con un macartismo digno de las peores burocracias”.

“Es un sindicato vaciado”, dice Maúregui. “‘Los troskos se quieren llevar todo puesto’, le decían a la gente mientras le indicaban que tenían que votar mediante las órdenes de la dirección. Nos cantaban ‘Zurdo del orto, tirapiedras’. Ese era el nivel de la intervención de una burocracia acabada”.

“Nuestra compañera Adriana de los Santos, que fue candidata a secretaria general en la última elección, se acercó para pedir la palabra antes de que se votara la memoria y balance”, dice Barone. “Entonces armaron la aparateada y uno de ellos propuso que se votara a libro cerrado sin discusión. La burocracia le dijo a Adriana que no había posibilidad de que habláramos, mientras gritaban desde la barra: ‘Mueran los troskos’. En ese momento tuve que tomar el micrófono a la fuerza y mientras planteaba nuestra posición, le decían a la gente que se levantara y me cortaron el sonido. Finalmente, dijeron que convocarían a una asamblea extraordinaria, pero para subir la cuota sindical. Son una dirección quebrada”.

Prensa Obrera ofrece a sus lectores los videos y fotografías que dan cuenta de una asamblea burocrática realizada con los peores métodos en un gremio que agrupa a los músicos que se oponen día a día al ajuste, pero cuya burocracia no permite ni impulsa ninguna lucha en complicidad con el ajuste de Macri y los gobernadores.