Sindicales

30/9/2019

Conciliación obligatoria en el conflicto del call center de Aerolíneas Argentinas

La lucha, en una nueva etapa

La Pista

Luego de 12 días de huelga y de una masiva movilización en Aeroparque, la Secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para que se levante el paro que venían realizando los trabajadores del call center de Aerolíneas Argentinas contra la tercerización del área de redes sociales. Los compañeros del call vienen denunciando que ya hay trabajadores afectados a esas tareas y que la intención de la gestión es armar un negociado mediante la contratación de una nueva empresa, flexibilizando condiciones de trabajo e incluso preparando el terreno para futuros despidos.


Está fresco el antecedente de Latam, donde luego de pasar por un proceso similar, terminaron por liquidar el sector mediante despidos y reubicaciones.


A pesar de los descuentos por los días de paro, la medida fue maciza y la propia empresa tuvo que reconocer que se dejó sin atención más de 70.000 llamadas en el transcurso de estos días.


La enérgica lucha del call contrastó con la pasividad mediante la cual APA (sindicato en donde se encuentran encuadrados) encaró el conflicto. Recién cuando ya iban 12 largos días de huelga, convocaron a una movilización en Aeroparque, pero en ningún momento a un paro general del sindicato que afecte todo el servicio de Aerolíneas y obligue a la patronal a recular. Incluso su rechazo a convocarlo fue tan tajante que cuando compañeros de La Pista repartíamos un volante planteando un paro de APA para que la lucha triunfe, fuimos perseguidos y hasta golpeados por una patota del sindicato que pretendió echarnos de la marcha.


Este intento flexibilizador de Aerolíneas, no es un hecho aislado, sino que ocurre en un contexto de avanzada del gobierno contra los trabajadores aeronáuticos. Los pilotos de Latam son extorsionados con la pérdida de sus puestos de trabajo si no aceptan un sindicato de empresa y volar en naves de matrícula extranjera que los lleva a perder sus condiciones de trabajo. Los trabajadores de Aerolíneas-Austral están por llegar a un record de 12 meses sin resolver la paritaria, sólo han recibido parches que llegan a un 23% mientras la inflación ya supera el 55%.


A esto se suma la tragedia ocurrida hace días en Ezeiza, donde falleció un obrero de la construcción y varios tuvieron que ser hospitalizados. Una tragedia que es plena responsabilidad de Eurnekian, del gobierno nacional y de la provincia de Buenos Aires, toda vez que las condiciones deficientes de seguridad habían sido denunciadas por los propios trabajadores de la obra.


En el caso de los controladores aéreos, la burocracia sindical al frente de Atepsa ha tenido que adaptarse y salir a pelear frente a un proceso de organización de los trabajadores por la base que ha logrado revertir el despido de una trabajadora que había denunciado acoso laboral y conseguido una paritaria por encima de la pauta estatal. Ahora frente a la devaluación post-Paso, han reiniciado el proceso de asambleas y se aprestan a re-iniciar un plan de lucha escalonado a nivel nacional.


La estrategia patronal de proceder a una reforma laboral por sectores, está siendo avalada en los hechos por las burocracias que dirigen los sindicatos aeronáuticos, que sólo sacan comunicados altisonantes, pero que no convocan a ningún plan de lucha para enfrentar de conjunto esta situación.


El planteo de que los problemas se solucionarán con la victoria de la fórmula Fernández-Fernández es falso, ya que cuando ellos estuvieron en el gobierno atacaban a los compañeros de Aerolíneas, diciendo que sobraba personal y que cobraban salarios exorbitantes.


Con la declaración de la conciliación obligatoria, la inmensa lucha del call center ha entrado en una nueva etapa. Hay que mostrar que no dejaremos que la patronal avance y que si la patronal no se echa atrás todo el sindicato estará en pie de lucha. Para eso planteamos la convocatoria urgente a un plenario de delegados con mandato de asambleas de todo APA, que vote un paro general y un plan de acción en caso de que el gobierno no tire abajo la tercerización y no pague los días caídos.