Sindicales

19/4/2007|988

Conciliación trucha y bronca por abajo

El martes 10, a pedido de Telefónica y Telecom, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para los telefónicos. Pero los trabajadores telefónicos no estaban en conflicto ni desarrollaban ninguna medida de fuerza.


Desde el 1 de abril, los trabajadores convencionados en Foetra venían retirándose media hora antes, en cumplimiento del acta firmada por Telefónica y Telecom (y homologada por el Ministerio de Trabajo) en diciembre de 2005. En ella se establecía una reducción de la jornada de trabajo a partir del primer trimestre de 2006 y otra reducción adicional de la jornada de trabajo a partir del primer trimestre de 2007. De esta manera, la jornada de trabajo se redujo a seis horas y media para los sectores de tráfico y a siete horas para el resto de los grupos operativos.


El plenario de delegados de Foetra discutió esta “conciliación” el miércoles 11 de abril. Aunque no había ningún conflicto ni medida de fuerza, el Ministerio la decretó para “salvaguardar —dijo— el interés de la comunidad y la paz social”. Pero los telefónicos sólo estaban haciendo cumplir un acta firmada por las empresas y homologada (con valor convencional) por el Ministerio. En todo momento estuvo garantizado el normal funcionamiento de las empresas.


A pesar de esto, la Directiva de Foetra llamó a acatar y suspender el cumplimiento del acta de la reducción de la jornada de trabajo. En todos los edificios, los trabajadores la estaban cumpliendo a pesar de los aprietes y las amenazas de las empresas (pedidos de informes, escribanos, amenazas de descuento, etc.). Con la conciliación, volvemos al horario anterior durante 15 días hábiles.


La Directiva argumentó en favor de acatar la conciliación para “no ponernos en contra al ministerio”. Sostiene que no afecta la discusión del salario, ya que “la media hora no se negocia” y, además, es un expediente separado del reclamo salarial del 25 % de aumento para cada categoría del convenio.


El Ministerio de Trabajo viene jugando para las empresas desde el cierre del último conflicto contra el tercerismo. Ahora, con esta conciliación, se patea el problema para adelante. Las empresas no se comprometen, al vencimiento de la conciliación, a cumplir con el acta firmada.


El plenario de delegados aprobó la posición de la mesa de acatar la conciliación obligatoria, sin asambleas previas para recabar mandato. No obstante, un 25% del plenario votó en contra, especialmente los edificios que trajeron mandato. Pero también se votó largar un plan de lucha por el salario, consistente en una agitación de esclarecimiento hacia la opinión pública y grandes clientes, asambleas en los edificios y un paro y movilización con fecha a determinar por la Directiva.


Por abajo, la bronca es muy grande. En todos lados se discute poner fecha a la movilización y al paro para garantizar una presencia masiva de los telefónicos antes que nos dicten una nueva conciliación obligatoria, esta vez, por el salario.


Las empresas estiran los tiempos, con ayuda del Ministerio, a la espera de que se cierren las paritarias de otros gremios en un 15%. Pero la situación se complica por el avance de la inflación y porque las empresas no están dispuestas a ceder en nada. Tampoco con respecto a los tercerizados (Atento y contratistas) que cobran salarios por debajo de la línea de pobreza y no están incorporados en las paritarias; las empresas están para quebrar la resistencia y unidad de los trabajadores. Lo mismo en Atento, donde el sindicato pospone el tema mientras la empresa continúa despidiendo y vaciando.


Vienen por los tercerizados para después venir por los efectivos. No permitamos la división. No a los topes salariales del gobierno. 25% de aumento retroactivo al 1° de marzo para todos los trabajadores. Efectivización de los contratados.