Sindicales

10/2/2003|819

Conferencia sindical y de fábricas bajo gestión obrera del Polo Obrero

22 de noviembre

1) Los compromisos asumidos por el gobierno Kirchner con el FMI marcan la política del gobierno frente a los trabajadores. La política de salarios está dictada por la carta de intención con el Fondo que establece que los salarios públicos “permanecerán congelados en los que resta del 2003 y el 2004 como un ancla fiscal esencial para el programa”. El “aumento del gasto social” es una cortina de humo que oculta la caída de un 30% en el gasto público medido en moneda constante. Los salarios han absorbido todo el impacto de la devaluación monetaria y por lo tanto son los trabajadores los que pagan la deuda externa que no pudo garantizar el propio Cavallo. Sobre esta realidad salarial actuarán los aumentos de tarifas, cuya ley está comprometida para el mes de diciembre.


2) Las paritarias truchas para incorporar los doscientos al básico a cambio de nuevas cláusulas de flexibilidad laboral quedaron en los papeles. Hoy, cualquier iniciativa de discusión salarial está en manos de la patronal. Se detuvieron todas las negociaciones paritarias y, por ejemplo en gráficos, acuciados por las próximas elecciones del gremio, están discutiendo, como “concesión”, el adelantamiento de las últimas cuotas de incorporación de los doscientos pesos. Podríamos concluir que el “ancla” en los salarios de los privados son los doscientos pesos, en muchos casos usados para blanquear y no para aumentar, adeudados en muchas empresas y no reconocidos entre los trabajadores en negro. De manera que la cuestión salarial aparece como una reivindicación estratégica frente a un gobierno que llevó el salario mínimo de 200 dólares en el 2001 a los actuales 86 dólares.


3) La burocracia sindical se ha integrado al gobierno con más o menos entusiasmo y defiende la salida devaluacionista. Los gordos acompañan con perfil bajo a sabiendas de que son uno de los blancos del repudio popular. Buscan reflotar a las 62, con el moyanismo incluido, para acompañar y negociar prebendas desde una posición en el aparato. Lozano, de la Cta, y el propio Moyano han festejado el acuerdo con el FMI, firmado, según ellos, “desde la dignidad”.


4) En realidad, el gasto fuerte del apoyo al gobierno Kirchner lo está haciendo el centroizquierda sindical. El “cambio de modelo sindical” está fuera de la agenda y prima lo comprometido de entrada por Kirchner a los gordos: “No habrá una nueva ley Mucci”. La Cta apoya a un gobierno que ni habla de la “libertad sindical”, la gran bandera de la central de todos estos años. En este cuadro, la Cta ha perdido su razón de existir. Por eso está debatiendo la unificación general de la Cgt y, de otro lado, constituir el “movimiento político y social” en base a los diputados que metieron por las distintas listas kirchneristas. Las últimas elecciones de conducción de la Cta desnudaron el fraude de esta dirección alternativa a la vieja burocracia: padrones truchos de la Ftv de D’Elía, padrones de los gobiernos y aparatos del PJ para arrebatar seccionales opositoras como Lomas, La Rioja o Santa Cruz. Un ingrediente más de esta crisis es el sapo electoral del repudiado Luis D’Elía.


5) Las luchas del movimiento obrero son puntuales, pero el papel de las direcciones independientes es inédito. El Soip de Mar del Plata ocupa fábricas y va al paro general; los telefónicos de Foetra Buenos Aires van a la huelga general; los paros de subtes arrancaron las seis horas y un aumento; los docentes neuquinos con la huelga y la imponente manifestación. Son luchas de gran importancia, protagonizadas por sectores gremiales enteros, que jaquean al gobierno y expresan una tendencia de los trabajadores ahogada por la burocracia en la mayor parte del movimiento obrero. El triunfo salarial de la huelga de Foetra Buenos Aires es una señal para todo el movimiento obrero que explotaremos a fondo.


6) El trabajo en el movimiento piquetero abrió nuevos frentes. En Tucumán, como parte de los dos mil quinientos piqueteros que marchamos el 18 de septiembre copando el centro, marcharon con nosotros centenares de obreros de la Mesa Provincial de la Construcción (Utracon). Este virtual sindicato alternativo, que disputa la organización de los obreros de la construcción, plantea al gobierno la bolsa de trabajo para la obra pública y recuperar la Uocra. Otro tanto ocurrió con centenares de compañeros del limón obreros de Uatre, con quienes nos metimos en la lucha directa por un subsidio intercosechas.


7) Los sectores sindicales ligados a la ANT, mayoritariamente a través del Polo Obrero, tienen en la alianza con el movimiento piquetero una carta fuerte. Lo mismo se observa entre las fábricas bajo gestión obrera. La ANT atrajo a la lucha común a supermercados Tigre, a Clínica Junín, a Brukman, a Indecar, entre otras, como Grissinópoli, con cuyos compañeros hemos reabierto un debate a fondo para defender su lugar junto al movimiento clasista de lucha. La victoria en Sasetru ha reforzado nuestra autoridad entre las empresas bajo gestión obrera, lo mismo que la dura lucha de los choferes de TDO por la continuidad de una empresa de transporte público de esa magnitud.


8) En dos conflictos importantes del momento, Infosic, de prensa, y la gran gráfica Morbillo, la patronal ha retrocedido momentáneamente al calor de la lucha común de los trabajadores de esas empresas con los piqueteros de la ANT. Esta unión tuvo su expresión en la formidable comisión obrera que entró a reclamar al Ministerio de Trabajo el 3 de septiembre, al frente de quince mil compañeros, con representantes de AGD-UBA, de la Coordinado ra de Jubilados, de Sasetru, de TDO, de Quebecor y otros, articulados con el Soip, que paró ese mismo día, al tiempo que marchaban delegaciones de las luchas del Subte y de Foetra.


9) El éxito de las listas antiburocráticas en el Suteba y la Cta se está extendiendo a otros gremios; por caso, los nuevos cuerpos de delegados gráficos de Morbillo y Rioplatense y la gran elección de la Celeste en el Roca, que alcanzó un 42% de los votos. La desintegración del PJ se manifiesta en las filas de la burocracia sindical; tampoco cede el repudio que le tienen los trabajadores. Esto se expresa en nuevos delegados y comisiones internas en UTA, siguiendo la onda expansiva de TDO y Metrovías, pero tal vez más importante que todo esto sean las evidencias de un proceso masivo de elección de delegados jóvenes en la Unión Obrera Metalúrgica, a cuyo encuentro tenemos que ir con nuestro trabajo y agitación política. En gráficos comenzó la formación de la Lista Naranja para disputar el sindicato en abril próximo.


10) El “movimiento de fábricas recuperadas” también se dividió en camarillas que buscan inserción y prebendas en el aparato oficial, pero de conjunto abandonó el emparentamiento con las ocupaciones de fábricas y los métodos piqueteros con los cuales se abrió paso al comienzo. Hoy es un factor de freno total, como se pudo apreciar en Indecar y en otras muchas empresas cuyos trabajadores están del lado de afuera enredados en la maraña legalista de estos movimientos. Al mismo tiempo se ciernen nubarrones sobre el conjunto del movimiento, como el vencimiento de las expropiaciones transitorias, la falta de capital de trabajo, el ahogo por reconocimiento de deudas a los vaciadores, entre otros problemas. Este fracaso replantea la necesidad de una red nacional de fábricas bajo gestión obrera desde la cual se luche por el control obrero, para que los vaciadores paguen los platos rotos y el Estado otorgue subsidios no reintegrables que garanticen la continuidad de las fábricas. La unidad de este movimiento con el de la ANT es vital para llevar adelante estos objetivos.


11) Proponemos la convocatoria de una conferencia sindical y de fábricas bajo gestión obrera del Polo Obrero el próximo 22 de noviembre para reagrupar a todos los activistas que luchan con nosotros en una perspectiva cons ciente, hacia la conquista de una nueva dirección de los trabajadores como expresión del movimiento piquetero en el seno de los sindicatos. El presente período político será preparatorio de las luchas que sobrevendrán con el fracaso del gobierno Kirchner. El reclamo del fin de la flexibilidad laboral, por el cumplimiento y reducción de la jornada, por el reparto de horas de trabajo, por el aumento salarial, por las paritarias libres, por la incorporación de los doscientos pesos, por el salario mínimo equivalente a la canasta familiar, constituye un programa para ir desnudando el verdadero carácter de la política del gobierno y canalizando las energías de lucha.


12) Lanzamos la iniciativa de un boletín obrero-sindical nacional que se edite en cada empresa en la que intervenimos, con el objetivo de multiplicar esos boletines permanentemente hasta alcanzar una vasta red nacional, en algunos casos de distribución interna, en otros externa, pero todos con un editorial común que producirá la Dirección Nacional. Al mismo tiempo, reiteramos el objetivo de una agitación política permanente sobre 50 grandes fábricas cuyo trabajo y colocación de prensa se seguirá sistemáticamente.


 


Propuesta del Comité Nacional del Polo Obrero, aprobada por el Comité Nacional del Partido Obrero el 27 y 28 de septiembre