Sindicales

27/4/2000|664

Congreso de ATE Buenos Aires

Con la presencia de 600 congresales, el 14 de abril sesionó en La Plata el 9º Congreso Ordinario y el 10º Extraodinario de ATE Provincia.


A pesar del ya tradicional clima de intimidación impuesto por el Consejo Provincial (había unos 100 ‘organizadores’ajenos al gremio y visiblemente armados), la moción negativa a la Memoria y Balance gremial recogió 250 votos. La expresión de hartazgo del activismo frente al sistemático aislamiento de los conflictos y la ausencia de un plan de lucha de conjunto, tuvo en realidad un carácter mayoritario. Hay que considerar la cantidad de congresales integrantes de delegaciones manipuladas por el CP que se acercaban a disculparse por su voto afirmativo, efectuado bajo amenaza de estrangulamiento financiero.


Durante el Congreso Extraordinario y más precisamente en la Comisión de Acción Gremial (unos 400 participantes), el activismo pudo imponer a sus ‘coordinadores’la implementación de un plan de lucha progresivo.


Se estableció un cronograma de jornadas provinciales y la convocatoria a una asamblea abierta provincial de estatales para principios de junio, con el objetivo de balancear y profundizar el plan de lucha hasta derrotar el recorte presupuestario nacional y provincial.


El programa es:


  • •Aumento salarial ya, 650 de básico para la categoría II (inicial) con régimen de 30 horas semanales.
  • •Incorporación de personal. Efectivización de todos los contratados.
  • •Rechazo a la quita de viáticos y el recorte de horas extras.
  • •Incorporación del presentismo al básico.
  • •Repudio al reciente decreto que prevee la implementación de unidades de productividad, violatorio del estatuto del empleado público.
  • •Convocatoria a una convención colectiva provincial para todos los estatales bonaerenses.


La crisis de la burocracia


Este programa fue aprobado por unanimidad.


Hay un hilo conductor entre la denuncia efectuada por Tribuna Estatal, en el anterior congreso, de que se ataba a ATE al carro proimperialista y antiobrero de la Alianza y el duhaldismo, y el fracaso y la parálisis de la burocracia, que ha provocado esta crisis.


Con tono amargo, la directiva informó que Flamarique se apresta a encuadrar a todos los empleados comunales afiliados a ATE en la órbita del sindicato de municipales, para aplicar una reducción salarial, y también que el gobierno ha decidido despedir a todos los contratados de los institutos nacionales en la provincia.


Años de retraso en tomar una iniciativa de conjunto ponen al activismo frente al desafío de materializar el plan de lucha explicándolo en los sectores de trabajo y organizando asambleas para superar el actual cuadro de vaciamiento. A riesgo de que en manos de la burocracia el plan de lucha tenga un carácter virtual.