Sindicales
18/11/2024
Congreso de Suteba: rechazo a plan de lucha e integración a Kicillof
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XXXVII Congreso ordinario del Suteba
En el congreso ordinario de 2023, denunciamos que la dirección de Suteba había votado sostener la gobernabilidad de Milei y reforzar su integración al gobierno de Axel Kicillof.
Efectivamente, la memoria 2023/2024 del XXXVII congreso ordinario da cuenta de un sindicato completamente paralizado, que subordinó toda su política desde noviembre de 2023 a la fecha detrás del objetivo de judicializar y/o parlamentarizar los reclamos frente al plan de guerra de Milei que, en educación, desmanteló el Fonid, subejecutó el presupuesto al punto de eliminar de hecho programas nacionales educativos de cuajo, desfinanció los fondos para la aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI), avanzó en la prohibición del derecho de huelga logrando una media sanción de la Esencialidad Educativa en la cámara de diputados (con votos incluso de varios de los diputados de Unión por la Patria), y que eliminó la paritaria nacional, fijando un salario nacional docente de indigencia por decreto.
Los pocos paros, aislados y sin continuidad, fueron convocados por Ctera, salvo la medida de fuerza provincial del 30 de octubre, obligado por la masiva convocatoria realizada dos semanas antes por los Sutebas Multicolores combativos, que arrastró primero a Udocba, luego a la FEB y finalmente a Baradel a sumarse a la huelga.
Coincidentemente, definieron como su principal hoja de ruta subordinarse y defender al gobierno de Kicillof, responsable del mayor ajuste contra los trabajadores estatales y docentes, que le permitió alcanzar el superávit fiscal más alto de todas las provincias argentinas (2.700 millones de dólares sólo en el primer trimestre).
El tercer eje de la burocracia celeste es sumar la acción del Suteba, en medio de una interna que sigue latiendo a pesar de la proclamación solitaria de Cristina Kirchner, a la estrategia electoral del pejota 2025/27, es decir, coloca al sindicato como furgón de cola de la política pejotista de brindar sustentabilidad a Milei y su ajuste, cuando crece el planteo popular de que ya no se aguanta más, cuando crece el “fuera Milei”.
Unidad para “aguantar”
El congreso se basó en asambleas previas restringidas y muy de aparato. Sólo en las seccionales Multicolores se rechazaron la memoria y balance y la política gremial de la Celeste de Baradel.
El reforzamiento de la estructura sindical fue uno de los rasgos del congreso, un proceso que se ha acentuado crecientemente desde su integración al gobierno de Kicillof. En las asambleas de los Sutebas opositores, la Celeste desembarcó con un caudal masivo de funcionarios e integrantes de la gestión educativa. La secretaria general de Matanza informó en su intervención una sorprendente “ola” afiliatoria de 1.500 nuevos miembros en su distrito, que poco se notan en la vida real de la seccional matancera. En ese sentido, este XXXVII congreso marcó el lanzamiento -de hecho- de la puja electoral del año 2026 en el Suteba.
La política gremial de adaptación y de entrega de la Celeste fue presentada como una acción de resistencia que, en la realidad, es un llamado a aguantar hasta que aclare, y a “votar bien” en 2025/27.
Justificó esta orientación en una caracterización incluso internacional, de “una crisis múltiple y global del capitalismo en sociedad con la democracia, atravesando su fase de desigualdad más cruenta, de hambre y pobreza, con crisis financieras y deudas soberanas”, avances de movimientos fascistas (Milei) y guerras y conflictos por la hegemonía mundial. Sin embargo, al igual que en la Argentina con el peronismo, no le contraponen una salida de los trabajadores, por un gobierno obrero, anticapitalista, sino otro capitalismo “posible”. “Hay otro mundo que emerge, más multipolar, con el motor del desarrollo de China”, con espacios como el Brics, “para construir una de las alternativas al modelo aún hegemónico en el que el capital se fagocita la vida”, dice la presentación de la política gremial de Baradel, que internacional y nacionalmente coloca a los sindicatos en uno de los bandos capitalistas en pugna.
Más allá del palabrerío, no hay plan de lucha alguno establecido en la política gremial celeste, ni orientación de que el objetivo es derrotar al plan de guerra de Milei y de los gobernadores cómplices.
En este cuadro, la dirección de Suteba hizo eje en la unidad orgánica detrás del sindicato y en el ataque a las acciones de lucha desenvueltas por la Multicolor, y en especial, redobló la crítica a las medidas de lucha contra el ajuste de la patronal, es decir, contra el gobierno de Kicillof. En consecuencia, defendió a muerte el ataque al derecho de huelga de parte del gobernador, que injustifica las medidas de paro desconociendo su carácter de huelga sindical, una versión peronista de la esencialidad docente de los Finochiaro y cía.
En este camino, los dirigentes celestes destacaron el proceso de “unificación” de las CTAs, las mismas que permitieron la avanzada antieducativa de Milei y los 30 mil despidos estatales sin responder con un plan de lucha creciente hasta la huelga general que quiebre la ofensiva del gobierno nacional. Fue en este marco que anunciaron la realización de una marcha federal que el 5 de diciembre se movilizará a la Plaza de Mayo y que no se había debatido en ninguna instancia previa, sin un programa que tome las reivindicaciones fundamentales de los trabajadores y mucho menos el planteo de derrotar a Milei.
La multicolor y cómo seguirla
En las asambleas y en el congreso, la multicolor actuó como un bloque, presentó memoria y política gremial propia, defendió las medidas de fuerza de los sutebas recuperados y denunció la política de colaboración de la burocracia. La intervención multicolor fue algo muy importante, lo que no oculta que hay matices acerca de cómo actuar frente a la burocracia e incluso frente al propio peronismo en el contexto de la emergencia de Milei. Muy menor, la nota discordante la dio el grupo de Altamira dividiendo moción.
Está planteado para la multicolor intervenir en lo que se avecina profundizando la lucha, su acción independiente del Estado, de los partidos patronales -especialmente el peronismo- y de la burocracia sindical.
Respecto de la intervención en la Marcha Federal, está planteada la necesidad de confluir con el movimiento piquetero, el sindicalismo combativo y los sectores en lucha con una columna independiente que plantee un plan de lucha en serio, de paros progresivos hasta la huelga general, que es lo que necesitamos para derrotar a Milei.