El nuevo sistema de control de enfermedades de los docentes bonaerenses ha producido una verdadera rebelión. La razón es que el plazo otorgado para dar aviso al consejo escolar (2 horas) es una traba al otorgamiento de licencias, junto al desconocimiento de los médicos de la empresa contratada a tal efecto, de la extensión prescripta por los médicos de cabecera consultados por los docentes.

Durante la semana que va desde el 22 al 26 de agosto, los consejos escolares fueron ocupados dos veces, lo que ha dado lugar a resoluciones de algunos de ellos que contravienen las órdenes del gobierno y hacen correr las licencias según se acostumbraba antes del 26 de agosto. Por ejemplo, durante la ocupación del consejo escolar de Varela, la presidente del mismo se comprometió a impulsar una resolución contraria a las de sus mandantes en la sesión que ese consejo tendrá el 30 del mismo mes. Estos hechos expresan la debilidad del gobierno en momentos en que pretende aplicar la ley federal de educación y la privatización de la enseñanza. Pero semejante crisis debe ser aprovechada mediante la movilización, para arrancar la derogación del nuevo régimen de reconocimientos médicos.

 

Suteba reclama suspensión de medida

El marisanchismo ha reclamado la suspensión del sistema de reconocimientos médicos, esto equivale a decir su postergación. Ocurre que el Suteba critica que “el sistema de reconocimientos médicos (tiene) un papel acotado solamente al control del ausentismo y no de prevención y atención de la salud” (denuncia del Suteba del 18 de agosto de 1994, firmado por Yaski, secretario general). Suteba también considera (ver discursos de la jornada de protesta del 25 de agosto) como un progreso haber sido convocado a discutir por la Dirección General de Escuelas.

 

El antecedente

Durante el año 1991, el Suteba afirmaba lo siguiente: “A veces en detrimento de la educación pública el docente falta a la escuela estatal y no a la privada”. Para resolver este ausentismo docente proponía “promover la autorregulación entre los mismos docentes” y “exigir la sistematización y el seguimiento sanitario del trabajador de la educación” (Memoria del Suteba, 1991).

¿Qué significado tenía esta “prevención”  y “seguimiento” ? Yaski no tardó en dar una respuesta el 6 de marzo de 1992, cuando firmó junto a FEB y SADOP un acuerdo con Farías de Castro para “proyectar mecanismos de control de inasistencias y enfermedades”. Tiempo más tarde comenzaron a aplicarse (durante 1992) estos mecanismos en hospitales del conurbano, junto al presentismo. Con la privatización se ha exacerbado el ataque a los docentes.

Hay que superar la línea de capitulación de la dirigencia celeste, promoviendo mandatos de las escuelas por la anulación de los reconocimientos médicos, la aceptación lisa y llana de los certificados de los médicos de cabecera, y arrancar un paro inmediato de 24 horas y una movilización a la Dirección General de Escuelas para la obtención de estos objetivos.