Sindicales

31/1/2002|739

Contraofensiva de la patronal licuadora

La patronal de Zanón ha anunciado un “plan” para “reabrir” la planta que consistiría en ocupar 62 trabajadores del plantel original de 331, utilizar poco más del 10% de la capacidad instalada, rebajar los salarios un 25% y la establecer la polifuncionalidad y los premios a la productividad en el convenio de trabajo.


La oferta se produjo luego de cuatro meses de abandono de la fábrica de parte de la patronal (hoy en convocatoria de acreedores) y al mismo tiempo que elementos de la burocracia de la anterior Comisión Directiva del Sindicato Ceramista *denunciados por varios delitos durante su mandato*, iniciaron una campaña de calumnias e injurias contra la nueva conducción. Aunque el gobierno y la burocracia de la Federación Ceramista se mantuvieron en silencio, es un secreto a voces que respaldan la iniciativa patronal.


El intento se produce luego de un mes y medio de los despidos masivos. En este período se consiguieron varios triunfos parciales: un fallo judicial contra el lock-out patronal, otro que permitió embargar y vender el stock para pagar los salarios y sobre esta base una venta de cerámicos que tuvo fuerte respaldo en la población y permitió pagar la mitad de la deuda salarial.


Con la devaluación, la patronal ya se ha “ahorrado” un tercio del salario, ha abaratado el “costo laboral” frente a la exportación y se ha asegurado el mercado interno frente al encarecimiento de la importación. Obtuvo también la licuación de deudas planteada con la “pesificación” y la ley de quiebras, en tratamiento en el Congreso. A pesar de todos estos inmensos beneficios la patronal pretende quebrar también el convenio colectivo y barrer con la nueva dirección de Zanón y del Sindicato Ceramista. El conflicto es esencialmente político, no económico, desde el momento que el sindicato recuperado, forma parte de la perspectiva de una nueva dirección para el movimiento obrero.


El Sindicato Ceramista y la comisión interna de Zanón han planteado la exigencia a la empresa y al gobierno provincial de que todas las conversaciones sean públicas y reafirmado la lucha por la defensa de todos los puestos de trabajo y las condiciones laborales. La planta sigue ocupada, una parte se encuentra volcada a producir bajo control de los trabajadores. La Asamblea Popular *convocada para el 15 de febrero*, está siendo desactivada por el ala Frenapo de la CTA, empeñada en organizar un frente con los partidos patronales.


Sin embargo, esta Asamblea es más necesaria que nunca. Los estatales y docentes reciben sus salarios casi íntegramente en Lecop, gran parte de los municipios están fundidos, la persecución contra ATE está en pie, la desocupación se acrecienta día a día. Es urgente un plan de lucha y la huelga general. El Sindicato Ceramista junto a las Comisiones de Desocupados, el Unter, el PO y otras expresiones tienen planteada la defensa de la Asamblea Popular.