Los trabajadores de los supermercados del oeste del conurbano bonaerense lanzaron un plan de lucha en defensa de sus salarios. En los VEA de la localidad Merlo, tanto el de la calle Suipacha como el “del Mástil” (como se lo conoce en la ciudad) se realizaron tres asambleas esta semana, dos de dos horas cada una y la última de 6 horas este sábado. Estas asambleas funcionan como “paros parciales” porque se mantiene solo una caja funcionando y la atención se reduce al mínimo.

Cuestionan la paritaria ya cerrada hace unos meses por la conducción del Sindicato de Empleados de Comercio, Armando Cavalieri,  de 12% hasta marzo. Esta paritaria a la baja es la demostración de que el gremio también abreva al pacto social que la CGT acordó con el gobierno de Alberto Fernández.

Los empleados de los supermercados reclaman un bono complementario de $30.000 a cobrarse de a $5.000 cada mes, hasta marzo. Además, basan su exigencia en el trabajo esencial que han llevado adelante durante la pandemia. Los supermercados nunca cerraron y, de hecho, multiplicaron sus ventas, siendo de los sectores empresariales que más recaudaron en cuarentena. El planteo se fundamenta sobre las bases de una inflación que se exacerba en los últimos meses y la devaluación del peso que corroe los salarios.

Los trabajadores del VEA anuncian que de no recibir una respuesta favorable por parte de las empresas, la semana que viene van al paro.

Por su parte, los del Carrefour de Merlo también llevaron adelante una acción de lucha similar por el mismo reclamo, y en el Coto de Moreno y de Morón hubo manifestaciones similares. A pesar de que los trabajadores denuncian que enfrentarse a Alfredo Coto es complicado, porque rápidamente manda una patota contra los que lo hacen.

Las jornadas realizadas dan cuenta de la reserva que hay en la base del gremio para salir a defender el salario. Es necesaria la convocatoria a un plenario de delegados para votar el programa y plan de lucha que necesitan los trabajadores de comercio. Reapertura de la paritaria, 40% al básico. Control de los trabajadores en la aplicación de protocolos y licencias.