Luego de las dilatadas maniobras que se realizaron, tanto por parte de la Fiat como del SMATA, para evitar que se conocieran los términos del acuerdo firmado entre ambos, las cláusulas del convenio pudieron ser conocidas en los últimos días. A la luz del texto oficial, está claro que nos habíamos quedado cortos en la denuncia que realizamos en el número anterior, en base a los trascendidos periodísticos.

Ahora se sabe, fehacientemente, que José Rodríguez pactó por 3 años, hasta diciembre de 1998, lo siguiente:

1) Un salario básico de  2,35 pesos, que representa 450 pesos por mes. Para la categoría más alta (operario especializado) establece 3,78 pesos la hora o 720 pesos mensuales. En Ford y Mercedes Benz, los mecánicos ganan el doble.

2) Los trabajadores son contratados como ‘aprendices’ por 3 meses, los que pueden extenderse a voluntad de la patronal, hasta 2 años. Cada 3 meses pueden ser despedidos sin cobrar un peso de indemnización. Además, no tienen jubilación ni salario familiar.

3) Los que sean tomados como fijos, deberán pasar una prueba de 6 meses, y la patronal está eximida del pago del aporte jubilatorio. En el ínterin, pueden ser despedidos en cualquier momento sin el pago de indemnización.  Estos períodos de prueba y los contratos cortos servirán para discriminar a los trabajadores y para consagrar una alta rotación en el empleo.

4) La jornada de trabajo puede llegar a las 12 horas, en cualquier turno. “El cambio de turnos u horarios de trabajo se comunicará con 48 horas de anticipación, salvo que la necesidad del cambio haga imposible dicha anticipación” (Clarín, 4/2).

5) “Las horas extras se pagarán con un adicional del 10% de la retribución diaria normal y habitual” (ídem), y esto solamente si se completan las 44 horas semanales.

6) El ritmo de trabajo lo impone unilateralmente la patronal pudiendo intensificarlo a su antojo. Habrá un Premio de Competitividad, como máximo del 15% del salario básico, si se alcanzan “los índices de cada indicador considerados medianamente aceptables y normalmente alcanzables”, con los criterios que estipule la patronal.

7) “Cuando las vacaciones excedan los 14 días, la empresa podrá fraccionarlas en dos épocas desde diciembre a febrero y desde julio a agosto” (Clarín, ídem).

Está claro que José Rodríguez no dejó nada sin entregar. Al igual que lo hiciera con General Motors, firmó el convenio antes que la patronal tomara a los  obreros y en que se establecieran los planteles. Ahora  la patronal comenzó a tomar ‘aprendices’ con el convenio impuesto hasta fin de 1998.

Un golpe a todo el movimiento obrero

Menem lo dijo hasta el cansancio: este convenio es el modelo para todo el país. De inmediato,  Cavallo y Caro Figueroa se reunieron varias veces para ver cómo se lo podía extender al resto de las fábricas y gremios. Las restantes patronales automotrices y metalúrgicas ya han planteado que “no pueden competir” si no pagan también ellos salarios de 400 pesos.

El convenio Smata-Fiat significa arrasar con el movimiento obrero como tal, pues convertido en una masa de ‘aprendices’ se transforma en un clase social sin derechos ni representación colectiva.

La dirección de la UOM ha sido incapaz de impedir que la jurisdicción gremial de Fiat pasara al SMATA, porque es incapaz de enfrentar los términos del acuerdo firmado por su rival, José Rodríguez. En las próximas semanas, Fiat dispondrá de la fábrica de Sevel en Palomar y tomará medidas para acomodarla al convenio firmado con el SMATA. Entonces se sabrá definitivamente si ya se ha llegado a un arreglo entre Fiat, SMATA y UOM, para que laplanta bonaerense siga en metalúrgicos pero regida por el nuevo convenio del SMATA.

El Partido Obrero llama la atención a todos los delegados y activistas obreros acerca del significado general que tiene este convenio infame para el conjunto de los trabajadores.

Llamamos a luchar por el siguiente programa:

* Jornada máxima de 8 horas. Pago de las horas extras.

* Salario mínimo de 1.500 pesos.

* Respeto integral de las categorías.

* Vacaciones en verano.

* Ningún despido, reparto de las horas de trabajo entre todo el plantel obrero sin afectar el salario.