La situación de los trabajadores de las fábricas del pescado marplatense es terrible. Los efectivos ganan $0,85 por hora y premios por ‘productividad’ (es decir superexplotación) y ‘presentismo’ (trabajar enfermos, etc). Una parte del salario está compuesta por vales alimentarios (tickets canasta) que ahora son golpeados por los descuentos que nos ‘regaló’ Cavallo.

Las coopetruchas

Pero más jorobada aún es la situación de los compañeros de las fábricas ‘cooperativas’ que son obligados a trabajar en negro. Estas cooperativas son un invento patronal para hacer trabajar a una parte importante de sus trabajadores (ya llega al 40%) en empresas ‘autónomas’. ‘Lógicamente’ se paga no sólo salarios más bajos ($0,70 por hora) sino que los patrones se salvan de pagar todo tipo de aportes sociales (jubilación, obra social, etc.). Los compañeros deben pagar su propia jubilación como ‘autónomos’ (de 70 a 100 pesos mensuales), lo que prácticamente significa que la inmensa mayoría no esta aportando desde hace varios años. Los despidos son arbitrarios y no rige ningún tipo de indemnizaciones.

Los obreros del pescado las llaman con justicia ‘coopetruchas’, porque en realidad son fábricas ‘tercerizadas’ de una misma patronal que trabajan en negro para una empresa madre (La Campagnola, etc.).

¡Hay 4.000 obreros en esta situación!

Impulsada por la Celeste del Soip se ha constituido una Comisión de Trabajadores en Negro y Desocupados que nuclea a los compañeros de las ‘coopetruchas’.  Los compañeros se organizan, instalan ollas populares en las puertas de las empresas y obligan a las patronales a pagarles indemnizaciones o a reincorporarlos. Vienen realizando asambleas y movilizaciones y en el paro del 8 de agosto todo el puerto, efectivos y coopetruchos pararon por completo gracias al trabajo de la Comisión, de la Celeste y de numerosos delegados y activistas combativos.

Paritaria

Hace un par de meses los trabajadores del pescado efectivos entregaron un petitorio con 700 firmas reclamando Asamblea General para discutir que se convoque a paritarias. Saravia —de la burocracia del SOIP— dejó hacer, no solo por la presión existente en la base, sino también porque pensó que así la cámara patronal podría ‘renovar’ el convenio introduciendo un conjunto de cláusulas superexplotadoras al estilo del convenio Fiat-Smata. En su lugar los patrones se encontraron con un firme grupo de paritarios que entregó un pliego con un conjunto de reivindicaciones obreras. La patronal prometio entonces contestar…

Hay que reclamar  que la paritaria se vuelva a reunir:

– Garantía horaria a promedio, 500 pesos de mínimo a cargo de la patronal.

– Que no se toque el ticket canasta.

– Seguro al desocupado de 500 pesos.

– Efectivización de todos los trabajadores contratados y coopetruchos. Plena vigencia del convenio y derechos sindicales.

– Aumento salarial de emergencia del 100% en todas las categorías.

Es necesario preparar una campaña de Asambleas en las fábricas para recabar mandatos, para una Asamblea General del Soip, sin diferencias entre efectivos, coopetruchos y contratados. La paritaria los debe unificar en un único pliego de reclamos.

Un problema político

La existencia de 4.000 trabajadores en negro y ‘desocupados’ en el puerto marplatense debe convertirse en una bandera de lucha de todo el movimiento obrero zonal. Los compañeros se están empadronando y organizando. Se están organizando juicios colectivos, movilizaciones, ollas populares. Los compañeros reclaman no solo su efectivización y blanqueo, sino también el acceso a la obra social. Es necesario que haya una Inspección con mayoría obrera para verificar en las fábricas y coopetruchas si éstas se ajustan a la legislación que protege los derechos del trabajador (efectivización, salubridad, accidentes de trabajo, etc).