Sindicales
20/9/2023
Córdoba: asamblea de municipales en vísperas de la reapertura de paritarias
Denuncian precarización laboral, recorte a la “séptima hora" y pagos en negro.
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Asamblea de municipales sobre calle 27 de abril.
Las y los trabajadores municipales estamos desarrollando asambleas por reparticiones y trabajo a reglamento ante la falta de voluntad política del Ejecutivo para resolver los principales puntos que quedaron sujetos a negociación, luego de que se cerrara el acuerdo paritario julio 2022/octubre 2023. Ya se desarrollaron asambleas masivas en áreas operativas, en salud y este miércoles es el turno de Educación y áreas administrativas.
Cabe recordar que se había conformado una mesa para tratar 19 puntos y, si bien algunos de ellos fueron alcanzados, los centrales quedaron pendientes: blanqueo de ítems salariales, devolución de la séptima hora, situación de precarización laboral y eximición del Impuesto a las Ganancias. En las vísperas de la reapertura salarial, importa refrescar cómo estamos con relación al salario y la pérdida de poder adquisitivo del salario.
La paritaria actual
La paritaria vigente llega hasta octubre 2023. En líneas generales mantiene “la marca del ajuste Llaryora”. Desde que su gestión llegó al municipio, nuestro salario entró en picada por obra y gracia de una serie de elementos que se repitieron año a año:
1-El diferimiento: la recomposición salarial siempre fue tardía, deslocalizada respecto del período en que se produjo la inflación, y siempre posterior a ella generando una pérdida acumulada en los ingresos reales. Durante el primer año se acordó una paritaria muy inferior a la inflación anual (recompuso 23 de 36 puntos de inflación), sin retroactividad y con el agravante, además de la pérdida de la séptima hora, del equivalente a 15% del salario básico (salvo la mayoría de personal de salud y la docencia). Esa pérdida de 28 puntos deprimió “para todo el viaje” el salario básico, perjudicando a los jubilados municipales. Esa marca “de origen”, avalada por la ordenanza de emergencia sancionada al comienzo de la gestión, se prolongó en cada paritaria, erosionando cada vez más el salario.
2-La precarización: comenzamos a percibir ítems como no remunerativos (refrigerio y bonificaciones), disminuyendo la base del cálculo previsional. Además, el ejecutivo contrató por fuera de convenio trabajadores becarios y monotributistas con salarios paupérrimos para hacer tareas municipales.
3-El impacto creciente del Impuesto a las Ganancias afecta a la inmensa mayoría de los trabajadores municipales, achatando la pirámide escalafonaria, desvalorizando la carrera administrativa y disminuyendo la diferencia entre el salario de los mandos medios y las categorías iniciales.
Esta pérdida se explica en el alineamiento político entre la conducción sindical y el Ejecutivo, que se hizo evidente al dejar cubierto todo el período electoral sin reclamos salariales. En vísperas de la reapertura de un nuevo período paritario, y frente a una inflación interanual escandalosa, la necesidad de responder a la presión de las bases se impone en las calles.
La que se viene
La paritaria dejó intacto el ajuste e incorporó la “cláusula gatillo diferida” de modo que percibimos la inflación dos meses más tarde de producida sin revertir la tendencia de base. No en vano, la falta de acuerdo respecto de los 4 puntos principales, que quedaron al margen de la paritaria, refleja que la herida sigue abierta y la gestión “no tiene voluntad política de modificarla”. Para muestra, basta considerar que la paritaria concluye en el mes de octubre, pero esa inflación se termina de percibir en diciembre (dos meses después de agotado el período) y computa el salario básico de agosto como asignación básica para el próximo cálculo paritario. Vale decir: nuevamente sobre la base de un salario básico deprimido.
Los municipales necesitamos recuperar salario, funciones mediante la defensa activa de nuestra fuente laboral. Para ello es necesario
1.- Fijar un período paritario que incluya de cabo a rabo toda la inflación producida en el período incorporada a la asignación básica.
2.- Calcular sobre la base del REM, que proyecta a diciembre una inflación del 169,3% o cláusula gatillo automática mensual, permitiendo anticipar la inflación o mitigarla al máximo.
3.- Incluir la recuperación en el básico del 15% correspondiente a la séptima hora.
4.- El salario no es ganancia y hay una media sanción en diputados que plantea una expectativa de superación de este impuesto, sin embargo, no hay que descansar hasta lograr la anulación del impuesto para la cuarta categoría.
5.- Terminar con la precarización que golpea el salario y nuestra fuente laboral, incorporando a planta a todos los precarizados -que se cuentan por miles y constituyen la base real de trabajadores que garantiza el funcionamiento de las reparticiones-.
Volvamos a la unidad de los trabajadores exigiendo que la comisión salarial tome nota del malestar enorme que recorre la base sindical y responda a este mandato con independencia política en todos sus puntos, única manera de recuperar el salario que venimos perdiendo.