Sindicales

15/4/2020

Córdoba Capital: Llaryora usa la pandemia para ir a fondo con el ajuste 

Los trabajadores municipales nos organizamos para defender nuestro salario. 

Lista Fucsia, Suoem

Los trascendidos acerca de que LLaryora recortaría sueldos si la pandemia se descontrola preanuncian un escenario conflictivo para los municipales que venimos de recibir diversos golpes bajos desde que el intendente del PJ asumiera la intendencia, el pasado 10 de diciembre.


En primer lugar, con la declaración de emergencia municipal sancionada inmediatamente después de asumir, el intendente pretendió establecer un cheque en blanco para el presupuesto municipal y delineó un modo de gestión que se caracteriza por golpear y luego negociar: así fue con el rechazo a cumplir los últimos tramos del acuerdo paritario 2019 para ir luego a una negociación parcial de ese acuerdo vía sumas en negro hasta abril; luego, con los despidos de trabajadores contratados en pleno enero para luego “canjear” la reincorporación con la aceptación de sumas no remunerativas de bonificaciones, horas extras y prolongaciones; a continuación, descontando en plena cuarentena prolongaciones de jornada a sectores administrativos; finalmente, anunciando en los medios recortes a los “salarios más altos” sin especificar cuáles serían. Lo cierto es que el modo es siempre el mismo. 


El planteo de la enorme deuda municipal ahora se complementa con la merma en la recaudación tributaria; es el combo perfecto para atacar lo que ha sido señalado históricamente como el gran problema: el salario. Sin embargo, nada se dice de los pingües negocios que realizan las contratistas del estado municipal, que replicando lo que se ha conocido en el plano nacional, son proveedoras eternas del estado y mantienen una enorme planta de trabajadores tercerizados bajo contratos mensuales, sin que puedan pasar a ser trabajadores efectivos a pesar de llevar años trabajando para esas firmas. Esas empresas, las de limpieza, las que proveen alimentos y las que están bajo la órbita del ESyOP (Ente de Saneamiento y Obras Públicas) realizan servicios que representan una enorme sangría para las arcas municipales. El desguace de las áreas operativas que hemos denunciado desde nuestra agrupación ha dado lugar a un vaciamiento municipal en las propias narices del sindicato. Hoy esas empresas despiden sin pena ni gloria a trabajadores que ningún gremio se ocupó de defender. No por casualidad figuran en la nómina de aportantes en las campañas políticas durante los años electorales.


Pero el vaciamiento municipal muestra su peor cara en las reparticiones ligadas a la salud: allí el faltante de personal se corresponde con la sobrecarga del existente para enfrentar la pandemia; los directivos amenazan a los empleados que están encuadrados en la licencia por grupo de riesgo para reintegrarse mientras el intendente planifica incrementar el horario de atención de los centros de salud o instala carpas para triage en las puertas de hospitales sin contar con personal para ello. En los laboratorios, por ejemplo, habiendo rendido concurso como técnicos quienes se desempeñaban como agregados al servicio debieron retirarse de los hospitales ya que no forman parte de la planta, ¡cuando debería más que nunca proceder a su nombramiento! Otro tanto ocurre con los residentes y becarios. En lugar de arreglar los equipamientos que permitirían la esterilización de insumos, se compran descartables carísimos que, además, hoy escasean. Conclusión: donde faltan personal e insumos, solo hay anuncios publicitarios y se mantienen los negocios privados. 


En suma, se trata de un ejecutivo municipal que utiliza el coronavirus como contexto para proceder al ajuste que anunció desde que asumió. Se asocia en esta tarea con su mentor: el gobernador Schiaretti. Y como no podría ser de otra manera, anticipan el resultado cavando 2.000 tumbas en el cementerio San Vicente.

Los trabajadores municipales no vamos a dejar pasar este anuncio: mientras ellos ajustan y cavan tumbas, nosotros nos organizamos en los hospitales, estableciendo un pliego de reclamos y exigiendo los insumos que necesitamos; mientras ellos ajustan y cavan tumbas, nosotros logramos que se depositen los salarios adeudados a los docentes suplentes. 


Hoy la docencia municipal desarrolla una nueva campaña orientada a garantizar los actos públicos de los docentes de ramos especiales y la obtención de un subsidio hasta tanto cobren. Los argumentos de los funcionarios señalando que los docentes sin cargo no forman parte de la planta funcional municipal constituyen un tecnicismo que vamos a enfrentar con la organización y la lucha a través de los medios que tenemos a disposición. Los compañeros deberían haber sido nombrados si no se hubiera declarado la cuarentena. Son indispensables en las escuelas. Forman parte de un presupuesto que ya preveía sus nombramientos. Hoy no tienen ningún ingreso y pretenden que los abandonemos a su suerte, quienes compartimos su tarea en las escuelas sabemos que son imprescindibles. Su vida o su muerte no nos son indiferentes.


Es necesario que el Suoem se declare en alerta y movilización: con organización y lucha vamos a defender nuestro salario y el de los trabajadores que son fundamentales para que nuestras reparticiones funcionen. 


Sin salario, los trabajadores no pueden sostener la cuarentena. Sin salario, el destino es el contagio y para muchos, la muerte. Municipales, hoy más que nunca, demos la pelea por nuestro salario.