Como parte de las acciones de lucha resueltas por la Multisectorial de Salud, el 4 de noviembre se desarrolló en toda la provincia una jornada de protesta de cara al paro del próximo 10 del corriente mes.

En una gran cantidad de hospitales provinciales se llevaron a cabo asambleas, carteladas, campañas de fotos y pronunciamientos de las y los trabajadores de salud. Entre ellas se encuentran las asambleas del Hospital Eva Perón de Calamuchita, Maternidad Provincial, Hospital de Niños, Hospital Rawson, Hospital Misericordia, Hospital Córdoba, Hospital Domingo Funes, Hospital Neuropsiquiátrico, Hospital de Río Tercero, Hospital Arturo Illia de Alta Gracia, Hospital Neonatal, entre otros.

El levantamiento y la rebelión de los hospitales contra el acuerdo salarial del SEP, la precarización y magras condiciones laborales y el relegamiento histórico del sector salud por parte del gobierno provincial han generado una movilización y debate enorme dentro los equipos de Salud donde se repite con firmeza que “este es el momento” de salir de la postración.

Esta rebelión que crece desde los hospitales, objetivamente ya rompió el techo salarial del gobierno. El retroceso de Schiaretti ofreciendo primero el aumento salarial del 9% en una sola cuota para salud, y luego un bono escalonado es una primera derrota a su política ajustadora. Sin embargo, el rechazo categórico de las asambleas a “otro bono más” discriminatorio y en negro, ha dado mayor impulso al paro.

En las asambleas del 4 de noviembre, comenzaron a madurar pliegos de reclamos particulares. En el caso de la Maternidad Provincial se colocó con centralidad el reclamo de personal, en particular para el sector enfermería. Diego Saurina, directivo de UTS/Fesprosa junto a representantes de este sector presentaron ante la Dirección un pliego de reclamos entre los que se coloca el régimen laboral con guardias de 24 horas. En el Hospital Eva Perón de Santa Rosa de Calamuchita se impone con fuerza también el reclamo de más personal y refuerzos de cara a la apertura de la temporada turística.

En el caso de los hospitales Arturo Illia de Alta Gracia y el Domingo Funes de Santa María de Punilla, se encuentran enfrentando procesos de despidos y sanciones injustificadas. En el Arturo Illia, a las demanda de salario y personal se sumó el rechazo del despido de la Dr. Mariana Jumene, única médica gastroenteróloga de dicha institución, despedida por reclamar condiciones laborales.

Por su parte la asamblea del Hospital Domingo Funes, con la participación de más de 40 trabajadores y trabajadoras, rechazó de manera contundente los despidos ilegales de los enfermeros Facundo Paredes y Pablo Mercado; el traslado compulsivo del Dr. Marcelo Jorja, y el rechazo a las suspensiones de los doctores Fernando Araya y Ariel Gómez, este último directivo de UTS/Fesprosa y de la CTA.

La fortaleza del sector salud, construida desde las asambleas de base, requiere de una dirección que tenga independencia del gobierno y que luche para dar continuidad al plan de acción posterior al paro. Por este camino se podrá derrotar la propuesta de ajuste de Schiaretti, y lograr el pliego de reclamos generales que arranca con una recomposición salarial verdadera con un básico de 50.000 pesos para la categoría inicial.

Al reclamo salarial se suman las reivindicaciones particulares de cada hospital. Para ello es necesario poner en pie una asamblea interhospitalaria, inmediatamente después del paro, que agrupe a las asambleas y resuelva los pasos a seguir.

La asamblea general de trabajadoras y trabajadores es una instancia que sirve de  garantía para defender la unidad frente a las maniobras divisionistas del gobierno. La asamblea interhospitalaria convocada por la UTS/Fesprosa para el viernes 6/11, es un paso en ese sentido. Hay que llevar esta convocatoria a cada asamblea, plenario y reunión de salud y que siga creciendo la unidad y  movilización.

Participemos y hagamos masivos el paro del 10 de noviembre y la caravana convocada por la multisectorial para dar una señal potente al gobierno de Schiaretti de que está vez no vamos a aceptar bonos ni migajas. Vamos por $50.000 de básico inicial, blanqueo de las sumas en negro, contra el robo a las jubilaciones, la precarización laboral, por mayor personal, insumos y equipamiento, y contra los despidos y la persecución.