Lxs trabajadores de la salud están en pie de lucha por una recomposición salarial, está anunciado un paro y movilización a casa de gobierno, el próximo miércoles. Rechazan el diferimiento jubilatorio y los brutales descuentos por la obra social (Apross). Además, hay reclamos como la incorporación de más integrantes para los equipos de salud, entre otros que apuntan a una mejora en las condiciones de trabajo.

La propuesta salarial del gobernador Martín Llaryora apunta a consolidar, en promedio, una pérdida salarial del 35% interanual para lxs estatales, en algunos cargos administrativos ronda el 43%, de acuerdo a un informe publicado por la OTES. Además, la mayoría de los salarios estarían por debajo de la canasta básica total que para el mes de octubre es de 1.514.000 pesos según el informe elaborado por ATE-Indec.

Por si lo señalado fuese poco, el gobierno del PJ provincial también confisca el salario por la vía de incrementos abusivos en la obra social por encima de la inflación e incrementos salariales. Hay que decir que Llaryora pretende consolidar este ataque al salario utilizando el IPC de Córdoba, que es manipulado por el gobierno provincial, con el que establece las bases para hacer una propuesta que no recompone el poder adquisitivo de los salarios.

Como se ve, el ajuste del gobierno de Llaryora tiene como eje el ataque a salarios y jubilaciones, lo que detonó una fuerte tendencia de rechazo a la orientación anti obrera del gobernador.  Hay un cuadro de protesta desde abajo que es el caldo para el desarrollo de asambleas y acciones en hospitales. En este marco,  las conducciones sindicales apuntan a pilotear el reclamo de trabajadores.

El gobierno pretende que los salarios sigan siendo la variable de ajuste al pretender imponer una paritaria a la baja hasta marzo del año que viene. Por supuesto que, sin establecer la más mínima recomposición del poder adquisitivo perdido, una política de motosierra en línea con el gobierno de Javier Milei.

Así las cosas, el SEP (sindicato) tuvo que convocar asambleas y cortes de calle en diferentes puntos de la ciudad. En ese escenario, el pasado miércoles hubo una protesta en Plaza de las Américas, y también una asamblea entre trabajadores de la Maternidad y el Hospital Misericordia.

En la mencionada asamblea se definió parar el próximo 20 de noviembre, concentrar en plaza de las Américas y también movilizar al ministerio de salud. Participaron trabajadores de los ministerios de Desarrollo Social y de Salud.  El secretario general  de Uepc-Capital (trabajadores de la educación), Franco Boczkowski se hizo presente en la asamblea de trabajadores en la Plaza de las Américas, ahí planteo el apoyo a la lucha de los estatales, y los hospitales, “su lucha es nuestra lucha, hemos hecho un planteo formal al gobierno de reapertura de paritarias y recomposición salarial de fin de año”.

Franco también contó que “movilizamos de Apross al panal”, porque el gobierno es muy pérfido y traidor, porque tiene, de cajas, la de jubilaciones y la de la Obra Social. “Entonces hay una política confiscatoria del salario”. También anunció que Upec capital se movilizará de manera conjunta junto a lxs trabajadores de la salud. 

Hay que decir que también hubo una acción de lucha en el hospital de La Calera. Lo que da cuenta que el reclamo de estatales se puede extender como reguero de pólvora. En este cuadro de protesta el próximo 20 de noviembre habrá una nueva jornada de lucha, que incluiría una movilización hacia casa de gobierno.

Corresponde por lo tanto avanzar en un proceso de movilización que unifique los distintos hospitales y con los demás sectores de trabajadores provinciales, por sobre todo la docencia. El secretario provincial de Uepc, Roberto Cristalli, dice apoyar el reclamo del SEP, pero es la misma pauta que él firmó.

El superávit financiero del que el gobierno de Llaryora se ufana, tiene como base el empobrecimiento de docentes y estatales de la provincia. En el presupuesto provincial del 2025, en fuentes periodísticas trascendieron que habría una “fuerte inversión en salud y educación”, se trata de un armado de discurso con el que se busca encubrir el ataque sobre la docencia y equipos de salud.

El gobierno de Llaryora arrancó su gestión desconociendo paritarias firmadas, e imponiendo salarios por debajo de la inflación, y termina el año intentando ratificar esa orientación, que es una confiscación a todas luces. Por eso es que la batalla salarial de docentes y estatales es estratégica para el conjunto del movimiento obrero de Córdoba. 

En este cuadro, es claro que es necesario arrancar el paro provincial, la unidad de docente y estatales, y la construcción de un plenario de trabajadores, para votar un plan de acción, en alianza con todas las luchas en curso, como la de las organizaciones piqueteras, lxs químicos que luchan contra despidos en la industria, que tienen el mismo enemigo común, los gobiernos  al servicio de las patronales.