Sindicales

28/5/2015|1365

Córdoba: despidos y suspensiones en la industria metalmecánica

Un informe revelador


A pesar de la caída de la producción, las empresas que despiden y suspenden mantienen intacta su rentabilidad.


 


 


Fiat ha comenzado con suspensiones de todo su personal. Primero fue un día a la semana ahora aprovechó el fin de semana largo y se mandó seis días corridos. El argumento es la caída del mercado brasileño, lo que plantea que la situación tiende a agravarse.


 


A la par de esto, a través del Observatorio de la Situación Laboral, de Suspensiones y Despidos de Córdoba, obtuvimos denuncias que reflejan la situación de cuatro empresas metalúrgicas, tres de ellas autopartistas: en seis meses esas empresas (Valeo, Sturam, Venturi y Metalúrgica Degiorgis) se desprendieron de 230 trabajadores. Se trata de un informe parcial, la presidenta de la Cámara de los Industriales Metalúrgicos no sólo confirmó la veracidad del informe producida por nuestro Observatorio, sino que además generalizó la “grave” situación que viven las autopartistas.


 


Crisis son negocios


 


Un estudio del IERAL (el instituto de estadísticas de la Fundación Mediterránea) de 2014 señala que a pesar de las suspensiones y despidos, así como la caída de la producción las empresas mantuvieron intacta su rentabilidad.


 


Las empresas buscan hacer negocio con la crisis a costa de sus trabajadores. Un caso emblemático es el de Renault que en 2014 se desprendió de más de 200 trabajadores; ahora promete contratar, en 2016, para la producción de Nissan, una cifra similar pero con una rebaja salarial del 15% y modificaciones en las condiciones laborales, que producirá un aumento de la productividad del trabajador con beneficio neto para la empresa.


 


Burocracia y gobierno cómplices


 


Muchos de estos despidos han sido encubiertos bajo la modalidad del “retiro voluntario”, que no es otra cosa que una indemnización concertada a cambio de la renuncia del trabajador. El otro aspecto es la recurrencia a las llamadas consultoras que son agencias de trabajo que colaboran de esta manera con un fraude laboral, ya que los contratos se prolongan y las empresas terminan desprendiéndose de los trabajadores sin mayores dificultades. El objetivo es que no aparezcan como lo que son en las estadísticas de las empresas y, de esta manera, las mismas puedan seguir consiguiendo beneficios impositivos, promociones, etc.. El gobierno y los ministerios respectivos conocen la situación, pero también la esconden, como se revela en la respuesta negativa en los pedidos de informes que se presentan en la Legislatura sobre las condiciones de trabajo en empresas privadas, sobre planta de personal, etc. Hay una acción mancomunada entre gobierno y empresas para proceder con estos fraudes laborales y despidos encubiertos.


 


La otra pata la compone la dirección sindical de la UOM, que avala los acuerdos de retiros o las condiciones de despido, con el argumento de que “hay que preservar lo más que se pueda”. En el caso de la directiva del Smata, Dragún -su secretario general- se ufanó e haber sido una propuesta suya la rebaja del 15% en Renault. 


Una salida obrera


 


Es necesario organizar el rechazo a los despidos. La reciente lucha paritaria mostró un activismo dispuesto a ir a la lucha; el acuerdo de Caló no hizo más que fortalecer las tendencias a la lucha. Se trata de ir por la asamblea general del gremio por el salario y contra los despidos y las suspensiones.


 


El proyecto presentado por Cintia Frencia en la Unicameral y por los diputados del Frente de Izquierda en el Congreso Nacional prohibiendo despidos y suspensiones, y estableciendo el reparto de las horas de trabajo entre todos los trabajadores sin disminución salarial es la respuesta frente a esta situación.