Un reciente informe del Centro de Almaceneros de Córdoba afirma que la Canasta Básica en la provincia, entre bienes comestibles y no comestibles, superó los $85.000. De acuerdo al citado estudio, la inflación en enero fue del 3,7%.

Así las cosas, los salarios se ven claramente desintegrados ante semejante escalada continua de los precios y las tarifas, tanto en la provincia como a nivel nacional. Basta con tomar como ejemplo el salario de una maestra de grado que apenas percibe los $54.000, mientras que con incentivo docente apenas cobran $59.455.

Cabe recordar que, en una medición de ¡enero del 2021! el Centro de Almaceneros ubicaba la Canasta Básica en los $57.240, por encima del salario actual de una docente o una enfermera. En este marco, a principios de este mes, el gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, abrió el 144° período de sesiones ordinarias de la Unicameral en su discurso; y nada mencionó sobre una recomposición salarial para las y los trabajadores y jubilados, siendo de los más golpeados por su gestión.

El pasado 2 de febrero se realizó el primer plenario de delegados y delegadas nacionales de Córdoba de ATE, que marca un camino plasmado en las resoluciones y en el reclamo de una urgente reapertura salarial, así como la convocatoria para movilizar el martes 8 de febrero en rechazo al acuerdo con el FMI. En este cuadro de derrumbe salarial se hace indispensable la organización independiente de los trabajadores frente a la burocracia sindical, las patronales y el Estado. Solo bajo esta perspectiva se puede conquistar una recomposición salarial genuina para sacar a las y los trabajadores de la pobreza.

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