Sindicales

10/11/2020

Córdoba: enorme paro en Salud

El paro enorme y contundente, es el resultado del valioso proceso mediante el cual se construyó la medida de fuerza.

Secretario de Interior UTS- Tribuna de Salud

Los trabajadores y trabajadoras de la salud de Córdoba llevaron a adelante una enorme jornada de paro, que se hizo sentir fuertemente en números hospitales tanto de la Capital como del interior de la provincia.

Bajo la consigna de “la salud dice basta” y al calor de las numerosas asambleas que se desarrollaron durante la jornada del 4 de noviembre, el paro provincial de Salud y la masiva caravana que se dirigió a Casa de Gobierno constituyen una de las movilizaciones más grandes del sector salud de las que se tenga memoria. De este modo se reclaman urgentes respuestas al gobernador Juan Schiaretti.

La bronca y la indignación de los equipos de salud se agudizaron durante la pandemia pero responden a un destrato histórico del gobierno de Córdoba que mantiene a las y los trabajadores de la salud en una situación salarial de miseria y con una enorme precarización laboral en una de las provincias con mayores riquezas y fuentes de ingresos del país.

Uno de los rasgos destacados de la jornada, además de la extensión territorial del mismo, fue la intensa actividad y el grado de movilización con la que los equipos de salud acompañaron el paro.

En ese sentido, a la masiva caravana al centro del poder provincial la acompañaron numerosas demostraciones de protesta. En la capital de la provincia se hizo sentir el reclamo en el Polo Sanitario, el Hospital Córdoba, el Tránsito Cáceres, así como en el Misericordia el acatamiento a la medida fue contundente y numerosos trabajadores se sumaron a la movilización. También se hizo sentir el paro en la Maternidad y en el Neonatal.

En Río Cuarto, se desarrolló también una numerosa caravana al Centro Cívico (sede alternativa del gobierno provincial), en Santa Rosa de Calamuchita se realizó un concurrido abrazo simbólico al Hospital Regional. En Alta Gracia, Cruz del Eje y en numerosos hospitales de la Capital, las y los trabajadores se expresaron en la puerta de sus hospitales recibiendo el enorme apoyo la población. En Villa María y San Francisco también se desarrollaron actividades de visibilización, caravanas y asambleas en las plazas principales.

El éxito y la contundencia del paro también demostró como impotentes la gran cantidad de maniobras que realizó el gobierno y la burocracia aliada del SEP (sindicato de empleados públicos) que buscaron durante semanas destruir la unidad alcanzada por las y los trabajadores de la salud, que se expresa en asambleas interhospitalarias y en la conformación de la Multisectorial de Salud.

El gobierno atacó a través de todo tipo de aprietes, amenazas e incluso la persecución y despido de activistas, además de realizar a último momento una oferta de mejora salarial que rompió el techo de la paritaria estatal, pero que al tratarse de un bono por 4 meses en negro y discriminatorio fue rechazado de plano. En ese sentido las declaraciones del ministro Cardozo respecto de que “es una minoría la que reclama” fue tomado como una provocación y se convirtió rápidamente en una consigna que prendió fuerte en el ánimo de las y los trabajadores hospitalarios.

El resultado final, con un paro enorme y contundente, fue el resultado del valioso proceso mediante el cual se construyó el paro (mediante la unidad, las asambleas y la acción directa) y la comprensión y rechazo a las maniobras del gobierno y el SEP. Esto abre un panorama auspicioso para que la lucha de los equipos de salud logre arrancarle las reivindicaciones históricas al gobierno de Schiaretti.

La unidad concreta a la lucha de otros sectores estatales que también recibieron aumentos miserables reforzó la jornada de lucha. Un sector de la oposición docente de la UEPC impulsó la medida de fuerza, que se nacionalizó a través de una jornada impulsada desde la Fesprosa. Esto juega un rol fundamental en el sentido de reforzar y unificar las luchas.

Los hospitales debemos continuar movilizados, mediante asambleas y espacios de coordinación, como asambleas interhospitalarias (o asambleas de las asambleas) para rápidamente profundizar el plan de lucha, mediante un paro in crescendo de 48, 72 horas, hasta conquistar todas nuestras reivindicaciones frente a un gobierno negador, con una gestión sanitaria en crisis y que pretende no tolerar una rebelión sostenida de los equipos de salud.