Sindicales

27/2/2017

Córdoba: impongamos desde las escuelas el paro de 72 horas y el 40% de aumento


El gobierno de Córdoba ha lanzado una guerra contra la docencia. No sólo se negó a reabrir paritarias y nos robó el blanqueo ya acordado de parte del sueldo y el incremento de la antigüedad, sino que quiere ahora consolidar un recorte salarial y aplastar el salario de los maestros cuyo básico no llega a 5000 pesos, y derrumbarlo hacia la pobreza. El gobernador Juan Schiaretti fue uno de los principales impulsores de la reunión de gobernadores para imponer un techo del 18%, en comodísimas cuotas, a lo largo de 12 o 15 meses. Ahora se lanzó, como en provincia de Buenos Aires, a una campaña contra el paro y aseguró, por boca del Ministro de Educación Walter Grahovac, que va a descontar no sólo los días de paro, sino también las horas de asamblea.


 


Contra esta afrenta, las escuelas de Córdoba marcan una tendencia a la lucha y la rebelión necesarias para enfrentar el ajuste del gobierno. Terminamos el año pasado votando la no toma de exámenes y el no inicio del ciclo lectivo este año y ahora las escuelas ya han empezado a elaborar mandatos que ratifican esta orientación y la llevan adelante. La conducción Celeste de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC) intenta quebrar esta tendencia, no porque la desconozca, sino precisamente porque la percibe y busca con todas su maniobras evitar que se manifieste. No sólo no defiende el paro y el plan de lucha, sino que no prepara a los docentes para defenderlo y profundizarlo en la medida que exige la política del gobierno. Por el contrario, ataca a los docentes, les endilga la responsabilidad del ajuste, los acusa de haber votado a Macri, algo que encubre su propia posición. La burocracia defiende los descuentos como un derecho del Estado patronal (“día no trabajado, día descontado”), así como también los despidos en las privadas o las bajas de contrato. Llegó incluso a acusar a los delegados de ser los responsables del despido de la maestra Fernanda Zamora de la escuela Dante Alighieri, encubriendo abiertamente a la patronal negrera y antisindical. La conducción de la UEPC quiere desmoralizar a los docentes, busca atemorizarlos e imponerles una derrota y recurre a mil maniobras para evitar que se desarrolle la lucha de las escuelas, que resulta inexorable.


 


A ese plan responde el armado por arriba del secretario general Juan Monserrat para decidir y negociar sin mandato. La última asamblea de delegados departamentales votó entregarle un cheque en blanco a la conducción, dejando a la departamental en sesión permanente sin proponer un plan de lucha ni un norte orientador para la discusión salarial. Incluso la resolución original de la departamental negaba las asambleas escolares por moción explícita del referente de la Lista Naranja Sergio Cornatosky, antiguo secretario general celeste de la delegación Capital y hoy cabeza de la lista Pluricolor. Las asambleas escolares entre el 23 y el 1 de marzo fueron agregadas a la resolución un día después, ante un escenario de evidente crisis.


 


El 'frente único anti-Macri' en acción: un frente con la burocracia contra los docentes


 


La lista Pluricolor acordó una moción unificada con la Celeste de Monserrat, poniendo en sus manos la decisión del plan de acción. La Pluricolor está integrada por casi todas las fuerzas de izquierda y de oposición en el sindicato, entre ellas Docentes en Marcha (Izquierda Socialista), Alternativa Docente (MST), la Azul y Blanca (PCR), sectores de Patria Grande y docentes que se referenciaron en algún momento como autoconvocados. Todos nucleados bajo la orientación kirchnerista de la Lista Naranja y algunos resabios celestes. Esto orientación los ha neutralizado como oposición, los hace votar sistemáticamente en unidad con la Celeste en la asamblea provincial y acompañar la política de la burocracia. En la reunión de la oposición nacional docente planteamos esta situación y denunciamos que en Córdoba la moción de las 72 horas efectivas de paro iba a provenir de Tribuna Docente y la Lista Fucsia y no iba a ser votada por el resto de la oposición. Así fue. El acuerdo entre la Celeste y la Pluricolor por un mandato unificado que no planteaba monto, ni paro, ni siquiera asambleas, ilustra la verdadera orientación de esa lista cuya dirección es marcadamente burocrática. Esa moción de la Celeste fue apoyada por toda la Pluricolor. Algunos, como el MST, se retiraron silenciosa y vergonzosamente para no tener que votarla; otros, como Izquierda Socialista, se dividieron: algunos la votaron y otros no se animaron a levantar la mano. Un verdadero acompañamiento al plan de la burocracia, con el mero justificativo de conservar sus acuerdos con el frente Pluricolor.


 


Ahora Monserrat vuelve del Congreso de Ctera con la propuesta de las 48 hs de paro, lo cual niega el paro internacional de mujeres del 8 de marzo y dilata la lucha a lo largo de más de un mes. Una receta que ya conocemos los docentes de Córdoba.


 


Desde la Lista Fucsia (Tribuna Docente y Docentes D-Base) propusimos en la asamblea de delegados departamentales una moción propia que planteaba el No Inicio, las 72 hs de paro, incluyendo el paro completo el día 8 de marzo, durante el paro internacional de mujeres, además de inmediatas asambleas en las escuelas para evaluar y decidir. Es decir, un verdadero no inicio, con un programa concreto, rechazando el techo y planteando un 40% de incremento salarial y rechazando la armonización previsional. Esta es la moción que debería haber votado el conjunto de la oposición si no quiere ser cómplice del plan de Monserrat para quebrar a las escuelas. Por acción u omisión, ya sea acordando un mandato con la conducción o yéndose de la asamblea en silencio, sin siquiera animarse a plantear su abstención, el conjunto de la lista Pluricolor votó el plan de la Celeste.


 


Estos debates deben ser expuestos de manera abierta en las escuelas para desarrollar a fondo las conclusiones de la lucha. La oposición que va a la rastra de la Celeste y que en las asambleas vota todo junto a la conducción, tiene que romper con la política de Cornatosky y la Naranja y sumarse a construir una alternativa independiente. Las asambleas escolares ya están marcando un programa para guiar y orientar la lucha, exigiendo el 40%, el rechazo a los despidos, el no inicio y las 72 horas de paro, y superar así las maniobras limitadas de la conducción de UEPC. Es necesario darle a esta intervención un carácter estratégico que apunte hacia la recuperación del sindicato con una perspectiva independiente, ajena a los intereses de la burocracia y que defienda incondicionalmente el programa de los docentes.