El jueves 20 se realizó una masiva y combativa asamblea en Tribunales 2, donde participaron cientos de trabajadores y hasta varios funcionarios. La alocución de Federico Cortelletti, el secretario general del gremio, fue interrumpida por los reclamos de paro y los gritos de los trabajadores. El secretario general se descompensó durante la asamblea.

Posteriormente, a las 14 horas los autoconvocados realizaron un abrazo simbólico a Tribunales 1 que culminó en otra asamblea más reducida. Las asambleas y acciones se replicaron en varias sedes del interior provincial. En muy pocos días, un grupo de más de 1.000 trabajadores judiciales formaron un grupo de Whatsapp, y se autoconvocaron a fin de reclamar una recomposición salarial con una fuerte crítica a la política burocrática de la dirección del sindicato.

Durante los últimos años, la pérdida del poder adquisitivo ha sido constante, cerrando cada uno de ellos con aumentos por debajo de la inflación. El año pasado la  perdida fue de más de un 25% del salario, según informó a principio de año el propio Julio Piumato y repercute en la pauta salarial de la provincia que se encuentra “enganchada” a la de Nación.

En los primeros meses del 2025 esta pérdida se ha profundizado. Un ingresante cobra alrededor de 700.000 pesos. Las renuncias masivas, los dobles trabajos, la pobreza, resienten la prestación de un servicio  esencial como es el de la  justicia. Estas son las consecuencias de los planes de ajuste que llevan a cabo el gobierno provincial y el nacional.

La conducción peronista del gremio, "Confluencia", tiene una serie de pactos con el TSJ y con Hacemos por Córdoba. El secretario general y diversos secretarios fueron difundidos participando en la última campaña electoral, posicionados en boletas del oficialismo.

Días atrás, el secretario general habló en el medio “Así Son las Cosas”, y ninguneó a los  autoconvocados, manifestando: “No conocen el sistema salarial”, “Ven mucho Netflix”, para terminar recriminándoles no haber participado de las deshilachadas acciones que convocó el gremio el año pasado. Una vergüenza.

Por presión de las bases tuvieron que convocar a una asamblea extraordinaria para el 4 de abril, pero limitada sólo a la participación de los afiliados.

La política de Confluencia ha sido la de tratar de evitar o dilatar los planes de lucha. Luego de la autoconvocatoria, tuvieron que -muy a su pesar- llamar a asambleas por edificio, para prometer solo una reestructuración de la planta que es absolutamente insuficiente. Buscan dividir a los trabajadores entre afiliados y no afiliados llegando a censurar los comentarios en sus publicaciones en las redes sociales. Es la misma política de la CGT y las CTAs, que intenta contener al movimiento, aislarlo, y no permitir que se cumplan los reclamos de los trabajadores, lo que claramente es una política de derrota.

Contrariamente a esta orientación, los judiciales se movilizan y reclaman: Recomposición salarial: -Aumento de emergencia. -Derogación del aporte obligatorio por enfermedades catastróficas. - Reducción del aporte jubilatorio y de obra social. -Indexación del salario en base a la inflación. -Equiparación con los salarios de federales, según la normativa vigente. -Pase a planta del personal contratado. -Cobertura de el mínimo de empleados por oficina. Basta de precarización laboral. -Reestructuración de planta y ascensos. -Mejora de las condiciones edilicias y provisión de insumos.

Para lograr estos reclamos y conseguir una victoria de los trabajadores judiciales, hay que continuar y multiplicar el proceso de deliberación, continuar con las asambleas para preparar la huelga y la movilización de todo el gremio. Es clave rechazar los intentos divisionistas de la burocracia, y sostener la unidad de todos los judiciales en esta lucha.

Todos los trabajadores, afiliados y no afiliados, deben poder votar el paro y el plan de acción en la asamblea extraordinaria del 4 de abril. También parar y movilizarse junto a los estatales en lucha, como la Uepc Capital, en el paro nacional del 10 de abril. Hay que sacar a los judiciales de la pobreza con un aumento salarial ya. ¡Viva la lucha de los judiciales!

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