Sindicales

2/7/2021

Córdoba: las cifras del Indec desmienten a la burocracia sindical

Los salarios cada vez mas lejos de la canasta familiar.

Los ingresos del pueblo trabajador están siendo demolidos por la suba de precios y tarifazos. El ajuste de quienes gobiernan dejó a los salarios muy por debajo de la canasta familiar, y más cuando en la provincia de Córdoba la suba de precios tuvo un impacto mayor que en el promedio del país. En efecto, la inflación del mes de mayo en la provincia alcanzó el 3,76% y desde diciembre del año pasado acumuló un 22,87%.

Se estima que la suba de precios en junio a nivel nacional estaría por encima de los 3 puntos. Es decir, se tendría en Córdoba una inflación superior al 25%. Esto deja a las paritarias, en gremios estatales y privados, muy alejadas de los índices de inflación, cualquiera sea el que se tome.

En el sector informal la pérdida del poder adquisitivo es mayor. Se trata de un sector de la clase obrera que hace rato que fue librada a su suerte por parte de la burocracia sindical. Pero, ahí el movimiento piquetero independiente viene de arrancarle un subsidio para lxs compañerxs desocupadxs, un ejemplo de que la lucha rinde.

También el Sutna (sindicato del neumático) dirigido por una conducción independiente y antiburocrática está en un plan de acción en defensa del salario. Lxs municipales de Jesús María, con su gremio a la cabeza (Sitram) arrancaron una paritaria que defiende el salario, y recientemente conquistaron el pase a planta de decenas de compañerxs.

Sin dudas, el movimiento piquetero independiente, con el Polo Obrero a la cabeza y los mencionados sindicatos, por método y programa, marcan una perspectiva a seguir por el conjunto del movimiento obrero en el que crece la bronca. Todo sube menos los salarios.

Es en este escenario que la burocracia sindical de los gremios estatales salió de la cuarentena estricta en la que se encontraba, para pedir que se reabra la discusión salarial para el mes de julio. Buscan disimular que, para quienes gobiernan, la variable de ajuste son los salarios. Además, con las elecciones cerca, estos gremios ligados al PJ-Kirchnerismo pretenden ganar algún voto para los armados electorales patronales que integran, no les importa ni el salario, ni las condiciones de bioseguridad.

Un ejemplo de lo señalado es Juan Monserrat, secretario general del sindicato docente (Uepc), que arregló mediante maniobras una paritaria anualizada del 35%, cuando se sabía que la suba de precios rondaría el 50%. Cabe señalar que la reapertura de las paritarias fue planteada por la oposición docente antiburocrática, que mocionó en asamblea, el plan de lucha y el paro por todos los reclamos pendientes.

En otro de los sectores en donde los salarios vienen en perdiendo con la inflación es en la Salud. Luego de que el SEP (sindicato) firmara un 17,5% semestral, lxs trabajadores continuaron reclamando un básico de $60.000. La paritaria que formalmente se reabre en semanas es una de las batallas claves. La persecución que el gobierno de Juan Schiaretti lanzó contra trabajadores de la salud es una muestra de hasta donde piensa llegar un gobierno ajustador.

En el sindicato de la industria de la alimentación de Córdoba, su conducción arregló una paritaria del 42%, en cuotas, de mayo del 2021 a abril 2022, con cláusula de revisión salarial en el próximo mes de febrero. La burocracia del gremio presenta el acuerdo como un triunfo, pero según su comunicado: “Los dos primeros tramos serán no remunerativos solo a los efectos previsionales y a partir del mes de noviembre serán remunerativos a todos sus efectos”.

Y, además, pusieron por escrito: “Para el periodo mayo/noviembre 2021 un 32% de incremento y un 42% de incremento al mes de febrero 2022, totalizando el incremento para todo el periodo”. Las cifras señaladas están por detrás de la inflación, sea el mes que se tome. La suba de precios en los alimentos les permitió a las empresas acumular ganancias, mientras paga salarios por debajo de los incrementos.

La burocracia sindical se acomoda al nuevo techo en el orden del 40%, que no recupera el poder adquisitivo que viene retrocediendo frente a la inflación, desde hace años, y mucho menos alcanza para cubrir la inflación que se proyecta para el 2021. Entre el nuevo cepo al salario que pretende imponer la burocracia y la inflación proyectada en el 50% hay en un gran porcentaje de diferencia.

En este marco, el Partido Obrero en el Frente de Izquierda plantea un salario de $100 mil, cláusula gatillo y la asistencia universal a lxs desocupadxs por arriba d ela canasta básica. La defensa de un salario igual a la canasta familiar constituye un reclamo estratégico para que la crisis no continúe siendo descargada sobre el pueblo trabajador. Es necesario impulsar un frente único de lucha para superar a la burocracia y abrir paso a una acción independiente contra el ajuste salarial, en esa perspectiva la gran huelga de lxs trabajadores de la salud de Neuquén marcaron todo un camino a seguir. Solo lxs trabajadores podemos salir de esta crisis.