Desde el lunes pasado la planta de Coca Cola en la ciudad de Córdoba (Embotelladora del Atlántico S.A.), se encuentra completamente paralizada por la huelga por tiempo indeterminado decretada en una asamblea del colectivo de trabajadores. El paro total transcurre firmemente su tercer día y tiene un acatamiento del 100% de la planta. Los trabajadores se organizan para sostener la medida hasta el triunfo de los reclamos planteados, y ya han recibido el apoyo de muchas organizaciones sindicales, sociales y políticas, y de los vecinos de la zona.

El conflicto tiene un origen salarial y se inició hace meses por la paritaria nacional insuficiente. Los trabajadores realizaron muchas movilizaciones y paro, por lo cual se decretó la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo provincial. Durante el periodo de la conciliación, la empresa se negó a tener las audiencias correspondientes a los fines de llegar a una solución al conflicto; solo manifestó en una oportunidad que los trabajadores ya habían tenido su aumento salarial y estaban pidiendo “un regalo” de la empresa. Terminado el plazo de la conciliación y con la huelga en desarrollo, tampoco la empresa se aviene a un diálogo y una negociación.

La postura arbitraria, avarienta y antisindical de la empresa es muy evidente. Las superganancias obtenidas por la multinacional Coca Cola (que no para de subir los precios de sus productos por encima del promedio de inflación) permiten sobradamente darles respuesta a los reclamos obreros; que se pueden simplificar en el pago de un bono y el aumento de un adicional salarial de la planta. Pero existe una negativa política. Se quieren ningunear los reclamos obreros, porque se trata de una lucha organizada desde las bases, con los delegados del personal al frente, que ha logrado imponer una nueva correlación de fuerzas hacia el interior del propio establecimiento.

La empresa emitió un comunicado provocador expresando nuevamente que los trabajadores reclaman un “regalo”, tratando falsamente de defender el aumento salarial insuficiente y el impuesto al salario, que literalmente confisca al trabajador. También la empresa se ha dedicado a presionar a los trabajadores tratando de romper la huelga, y enviando intimaciones ilegales y arbitrarias, para imponer el miedo y desbaratar la organización de base. Pero toda esa política patronal ha fracasado, se mantiene firme la huelga y convoca el apoyo popular.

Este miércoles se hicieron presentes en la fábrica Emanuel Berardo y Gabriel Ponce, referentes del Polo Obrero y del Sutna, para apoyar la causa de los trabajadores de Coca Cola. Realizaron varias reuniones y pudieron presenciar una asamblea general. La solidaridad brindada y el debate abierto dieron lugar a un compromiso de organización y de lucha para coordinar las acciones que los trabajadores necesiten desarrollar en pos de  garantizar el triunfo de esta lucha fundamental.

Queda planteado avanzar en una importante coordinación con todas las luchas obreras que se vienen desarrollando en la provincia y que han tomado un fuerte protagonismo por el salario y contra la precarización laboral y los despidos; como es el caso del Sindicato Químico, del Sutna, de ATE, de la docencia, de los trabajadores de salud, de la fábrica Bagley-Arcor, de distintas fábricas de UOM, entre otras, junto al Polo Obrero y las organizaciones piqueteras y sociales combativas. En ese sentido hay que destacar el plenario de trabajadores ocupados y desocupados que se desarrolló en el mes de marzo y constituyó un fuerte espaldarazo a la lucha de los químicos, contra los despidos en la fábrica Atanor de Río Tercero.

Llamamos a todo el pueblo trabajador de Córdoba y a todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas de lucha; a apoyar fuertemente la huelga de los trabajadores de Coca Cola. Y vamos por su triunfo y por el triunfo de todos los reclamos del pueblo trabajador.

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