Los trabajadores y trabajadoras del municipio están llevando a cabo asambleas contínuas hasta el viernes en espera de una reunión con el intendente Ezequiel Lemos (Juntos por el Cambio). Su principal demanda es un aumento salarial, ya que mientras la planta política ha experimentado incrementos superiores al 100%, los empleados municipales solo han visto un aumento del 7%.

A principios de febrero, el Concejo Deliberante local en sesión extraordinaria aprobó aumentos del 7% para el personal permanente y de salud, mientras que el intendente y los concejales recibieron aumentos del 105% y 150%, respectivamente.

Los empleados indicaron que la prestación de servicios se realiza hasta las 9 de la mañana, momento en que se suspenden para llevar a delante las asambleas, de dos horas por día.

En la mañana del miércoles el frente del jardín municipal amaneció con pancartas que mostraban el sueldo de las categorías más bajas de los trabajadores de planta, que no superan los $200 mil pesos.

Carina Carbajal, secretaria de Economía del gremio municipal en Río Ceballos, señaló que solo los empleados de planta permanente participan en las asambleas, ya que los contratados y subsidiados, que cobran aún menos que los trabajadores de planta, han sido amenazados con perder sus puestos si se unen al reclamo. Los trabajadores están solicitando que el salario más bajo, actualmente en $176.978, se acerque al valor de la canasta básica familiar, hoy por encima de 700 mil pesos.

Al igual que Milei y Villaruel la casta política local se vota un salariazo y condena a los trabajadores a salarios de miseria y al pueblo a tarifazos y ajuste

Unidad de acción y plan de lucha

La crisis económica y política a la que nos está sometiendo el gobierno de Milei con su plan motosierra está calando cada día más, a la vez que el gobierno municipal está llevando adelante su propio plan de ajuste a partir de sostener salarios a la baja y despidos hormigas en diferentes sectores.

El cuadro de superexplotación de trabajadores municipales a costa de paritarias a la baja y precarización se repite en cada municipio. La protesta que asoma muestra el hartazgo popular, amenazando romper la contención que hasta aquí operaba a través del empleo público y plantea la necesidad de organizar una lucha municipal de conjunto que rompa los límites impuestos por la subordinación al poder político de turno.

Frente a esta situación, desde el Partido Obrero apostamos a la mayor unidad de los trabajadores en las calles, organizando un gran plenario de trabajadores ocupados y desocupados a desarrollarse en abril para debatir una salida de esta crisis y defender cada una de las conquistas que están en juego. Para exigir un salario igual al costo de la canasta básica familiar, el pase a planta de todos los trabajadores precarizados y cada uno de los puestos de trabajo.

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