Sindicales

26/5/2020

Córdoba: triunfo de las trabajadoras tercerizadas de limpieza

La lucha sigue.

Los y las trabajadoras de las empresas de limpieza que dependen de las contrataciones del gobierno de la provincia de Córdoba y que desempeñan funciones en los edificios públicos de la provincia han conseguido, tras un fuerte y constante reclamo, que las patronales abonaran los sueldos que aún no habían depositado.


En primer lugar, las empresas dejaron en manos del aporte del Estado el pago de sueldos, pero debido a la inmensa cantidad de irregularidades que impidieron la incorporación ante la Anses, finalmente debieron afrontar las responsabilidades económicas con sus empleados y empleadas.


En esta lucha las trabajadoras y trabajadores no estuvieron solos. No se puede desconocer que este triunfo se dio con el apoyo de clase que manifestaron desde UTS (sindicato de la salud) incorporando los reclamos del personal de limpieza y de las agrupaciones docentes como Tribuna Docente y el Furu (Frente Unidad para la Recuperación de Uepc) y gran parte del activismo de las escuelas que han llevado una gran campaña a través de las redes.




También fue clave el rol de la banca del FIT, con Soledad Díaz, quien presentó varios proyectos de ley por condiciones de seguridad, salubridad, el pase a planta y un aumento de emergencia para las y los empleados tercerizados de los centros de salud y de las escuelas. Junto a esas iniciativas, la legisladora presentó ante el secretario de la Gobernación, Julio César Comello, una denuncia formal por el recorte salarial a los trabajadores y trabajadoras del PaiCOR y limpieza, exponiendo las irregularidades y aprietes que viven.


Del accionar de las empresas, lo que queda claro es que el gobierno confíó plenamente en que las burocracias sindicales pudieran desarrollar una política de aplacamiento de los y las trabajadoras, con amenazas y aprietes y cuando esta barrera fue superada, las mismas patronales salieron a “castigar” a los y las trabajadoras trasladándolas a otros destinos, con un equipamiento de EPP (Elementos de Protección Personal) obsoleto y siempre con la amenaza de la suspensión del cobro.


Hoy más que nunca es indispensable fortalecer la organización de los y las trabajadoras tercerizadas que desempeñan funciones en las dependencias públicas. Ha quedado demostrado que con organización y solidaridad de clase enfrentamos los ataques de las patronales y la imposición del ajuste del gobierno.