Córdoba: triunfó la lucha del sindicato municipal de Jesús María

Las y los trabajadores de Jesús María acaban de firmar un acta con el intendente Luis Picat, en el que se acordó el pago de la deuda salarial, la restitución de lo descontado y la apertura de una mesa de negociación. Lograron todos los puntos del pliego de reclamos que los llevó a la lucha. El triunfo obtenido se debe, en primer lugar, a la firmeza con que intervinieron y la solidaridad de todo el movimiento obrero.


La medida gremial se había tomado luego de que el intendente Picat recortara sus magros salarios, a pesar de que se había comprometido a no hacerlo. Los recortes alcanzaron entre el 30 y 40% de salario de miseria, que los llevó a cobrar 14 mil pesos en varios casos.


Mientras se encontraban pacíficamente en estado de asamblea en el obrador municipal, las y los trabajadores fueron brutalmente reprimidos. La represión impuso un estado de sitio de hecho en la ciudad, con la acción alevosa de la infantería dirigida por el gobernador Schiaretti. La fiscalía intervino de manera vergonzosa: cien uniformados atropellaron, golpearon salvajemente y robaron pertenencias de las y los trabajadores como mochilas billeteras y teléfonos; también, secuestraron motos y vehículos con los que los municipales se trasladan a sus lugares de trabajo. Entre los detenidos se encontraban los miembros de la comisión directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales (Sitram), Roberto Rojas, secretario general; Cristian Castro, secretario gremial, y Helvecia Aguirre, secretaria de actas.


También golpearon y detuvieron familiares que se habían acercado hasta el obrador a llevarles un poco de comida a los trabajadores que se encontraban allí. Para completar el cuadro dictatorial, en las cercanías al obrador y por los barrios lindantes, la infantería y la policía disparaban a las corridas y amedrentaban a los vecinos con armas largas que preguntaban por qué estaban actuando de esa manera, ordenando que todos se metieran en sus casas.


Esta represión para intentar suprimir el reclamo y el accionar de los trabajadores fue derrotada por la firmeza con la que intervinieron los municipales, incluso dentro de la cárcel y al salir liberados. La fiscalía, bajo la dirección del intendente y el gobernador, ordenó una represión inusitada en plena noche a trabajadores que desarrollan tareas esenciales frente a la pandemia, utilizando el argumento de que la protesta era una acción de ruptura de la cuarentena. Nada más lejos de la realidad. El conflicto fue precipitado por la intendencia, que actuó siempre de manera arbitraria y sin prestarse al diálogo, y que pretendía imponer un ajuste a que quienes están en la primera línea de acción durante el aislamiento. El mismo ajuste que desarrolla Schiaretti y pretende profundizar en la provincia con docentes, estatales, jubilados, desocupados y un largo etcétera.


Sumado a la tenacidad de las y los trabajadores, nacionalmente se tejió una red inmediata de repudios, pronunciamientos y solidaridad de toda la clase obrera y sus organizaciones para con esta lucha. La CGT Regional Córdoba y la CGT Rodríguez Peña, la CTA, el Sutna, Luz y Fuerza Córdoba, AGD-UBA, UEPC, Polo Obrero y cientos de sindicatos, organizaciones piqueteras, delegados, comisiones internas, listas sindicales y activistas de todo el país sumaron sus comunicados repudiando lo sucedido.


Asimismo, el pueblo de Jesús María repudió la represión. Se comprendió que las responsabilidades estaban en manos del intendente Picat y el gobernador Schiaretti, lo que también fue decisivo para deponer el ataque y que se logre firmar el acta-acuerdo.


Una conclusión importante tiene que ver con el rol del combativo sindicato municipal Sitram y su comisión directiva. En las antípodas de la CGT nacional que pactó con las cámaras empresariales, la UIA y el gobierno de Alberto Fernández rebajas salariales que alcanzan el 60%, el Sitram orienta todas sus acciones a la defensa de los derechos de los trabajadores, sus salarios y condiciones laborales, con independencia del gobierno municipal y provincial. Este hecho es clave para enfrentar cada uno de los ataques que se intentan descargar sobre la clase obrera en medio de la cuarentena porque marca un rumbo a seguir. 


¡Viva la valiente lucha de las y los trabajadores municipales! ¡Gran triunfo para toda la clase obrera!