Sindicales

6/7/2017

Coronel Suárez: centenares de suspensiones en la empresa Dass (ex Vulcabrás)

Frenemos el ataque de la patronal.

Candidato a legislador del Frente de Izquierda por la sexta sección


La patronal de la empresa de calzado Dass, situada en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez, ha anunciado que suspenderá a sus trabajadores en tandas de 500 hasta por lo menos fines del 2017. Las suspensiones rotativas suponen la quita de un porcentaje en el básico de sueldos miserables, que apenas llegan a los 10.000 pesos mensuales.


 


La patronal arguye que la medida responde a la caída del consumo, la apertura de las importaciones y el parate en las exportaciones a Brasil, que han profundizado la crisis en la industria del calzado, pero mientras la empresa procede a las suspensiones, otros trabajadores hacen horas extras y ensamblan partes de zapatillas importadas.


 


Son los mismos argumentos utilizados por el dueño de otra fábrica del sector (GGM Calzado, sita en Las Flores), especializado en quebrar empresas, para tener parada desde hace varias meses la planta, suspendiendo a 280 trabajadores y adeudándoles 3 meses de sueldo.


 


Las patronales (que en épocas de bonanza también pagaban salarios de hambre) lloran miseria para forzar subsidios estatales o para avanzar en una reestructuración de la rama con menos obreros y mayor superexplotación.


 


En Suárez, del publicitado “polo del calzado” ya no queda ni el nombre. Dass (ex Vulcabrás) empleaba hace 6 años a más de 4000 operarios, que se redujeron desde ese entonces hasta tener actualmente 1940. La gigante empresa posee una planta en la ciudad de Eldorado (Misiones) donde produce calzado deportivo para sus clientes de Private Label (Marcas Privadas) y sus tres marcas propias (Fila, Umbro y Tryon). También produce para Adidas y Reebok.


 


En un comunicado emitido por la empresa a principios de junio, declara que “sólo” suspender –en lugar de proceder a despidos– es una “solución onerosa y no podrá repetirse sistemáticamente”.


 


Cambiemos, el FPV y la burocracia


 


Roberto Palacio, intendente de Cambiemos, deja pasar las suspensiones masivas.


 


Recordemos que Palacio fue funcionario del anterior mandatario municipal, Ricardo Moccero (FpV), cuando la crisis de Gatic hizo florecer las cooperativas (un mecanismo de tercerización). Ahora, estas también están cerrando: de 400 trabajadores en estos pequeños talleres, solo quedan unos 50. Mariela Holxman, delegada de la gremial del calzado Utycra, ha señalado que “no existe gente trabajando en blanco o en condiciones laborales dignas”.


 


Moccero es ahora legislador por la Sexta Sección bonaerense (FpV) y opositor a Palacio. Presentó un proyecto solicitando al gobierno provincial que “intervenga de manera urgente para asegurar la continuidad laboral y el normal cumplimiento del salario de los trabajadores de la fábrica de calzado” y “encontrar una solución positiva para la comunidad suarense y tomar medidas concretas que eviten un nuevo cierre de la fábrica de calzado que hoy pertenece a una firma brasileña” (Aninoticias, 8/6). Ha pasado del “polo del calzado y desocupación cero” bajo su gobierno (mediante la mencionada tercerización en pequeños talleres ahora fundidos) a mendigar subsidios oficiales para la patronal; no hace mención alguna a la necesidad de frenar los despidos o defender las condiciones de trabajo.


 


El sindicato interviniente, Socaya, acordó con la empresa las suspensiones, publicitando las actas correspondientes como un triunfo: “a nivel nacional tenemos seis mil compañeros menos en su trabajo, más de cien pymes cerradas en nuestra actividad. La última fue la fábrica de Puma en San Luis. Nuestro sector está muy complicado con las importaciones, por eso queremos una solución para todo el sector”, dice la burocracia. Son voceros de la patronal.


 


Preparemos la ocupación


 


Para superar los límites que imponen la burocracia y la débil organización fabril, se hace necesario el apoyo de los trabajadores y organizaciones obreras de Suárez (papeleros, docentes, municipales, entre otros) y una asamblea autoconvocada de los trabajadores de Dass, que rechace los despidos, las suspensiones y la rebaja salarial; plantee la apertura de los libros contables de la empresa (que ha tenido una expansión a partir del 2007 que le permitió tener miles de obreros en argentina y ser un gigante en Brasil) y el reparto de las horas de trabajo, sin reducción salarial.


 


Ni suspensiones ni despidos. Preparemos la ocupación de la planta y llamemos a todo el pueblo de Coronel Suárez a defender la fuente de trabajo con todos sus puestos y condiciones laborales.