Sindicales

5/12/2022

Corre diciembre pero… ¿y el bono de fin de año?

Vamos por el doble aguinaldo para el conjunto de los trabajadores ocupados y precarizados.

El gobierno sigue sin confirmar el bono.

El gobierno nacional viene reiterando el planteo del pago de un bono de fin de año para disimular la caída de los salarios e incluso eludir la devaluada suma fija esbozada por el kirchnerismo. A poco de comenzado el último mes del año aún no hay decreto ni anuncio oficial del bono. Los gobernadores, por su parte, encubren el ajuste con migajas, “descuentos” y créditos blandos.

La situación económica de la población trabajadora se encuentra afectada por una inflación galopante que se acerca al 100% de aumento para todo el año y que ya somete a una cantidad significativa de gremios y trabajadores a una pérdida salarial acumulativa.

Ante esta situación, desde el gobierno vienen estirando la tesis de un bono de refuerzo de fin de año, razón, entre otras, por la cual la burocracia sindical cegetista justifica su inacción permanente. Pero pasa el tiempo y el bono no está.

Las provincias hacen la suya

Adelantándose a cualquier iniciativa que pudiera venir de Nación, los gobernadores resuelven medidas paliativas en sus provincias, que en general combinan el pago de bonos precarios (entre $20.000 y $60.000, varios en tramos) con “descuentos” con el uso de las aplicaciones oficiales.

La negativa del gobierno nacional a aplicar un aumento generalizado a través de sumas fijas fue justificado con el impacto que el mismo tendría en las provincias y municipios, donde se pagan salarios inferiores a los de la administración nacional, los que de por sí tampoco son buenos.

La implementación de bonos y “promociones” por jurisdicción ata la evolución económica de los trabajadores a los niveles de ajuste de cada provincia. Por ejemplo, en la provincia de Chaco, donde gobierna Jorge Capitanich, el bono es de unos míseros $20.000. Algo similar a lo que ocurre en Formosa, con Gildo Insfrán, donde se pagaran $30.000. O el tucumano Osvaldo Jaldo que paga un bono de $60.000… en tres cuotas. En otros casos las sumas son superiores pero aplicados en distintos pagos.

Paritarias, bonos y doble aguinaldo

Lo que está claro para el conjunto del movimiento obrero es el deterioro de los salarios contra la inflación. Algunas paritarias lograron superar el 100% de aumento para el 2022, mientras el pelotón de la mayoría quedó por detrás de estos números y otro tanto se encuentra aún más lejos.

El bono que el gobierno no confirma y los bonos provinciales son migajas para hoy y hambre para mañana. En la mayoría de los casos no están sujetos a los ingresos de los trabajadores siendo una medida que se diluye cuando aumenta levemente el salario.

La cuestión salarial está estrechamente vinculada a una recomposición general de los ingresos obreros, partiendo del aumento inmediato del salario mínimo para que este cubra la canasta básica de $140.000. Los salarios en actividad deben superar la canasta familiar que mide la Junta Interna de ATE Indec, estimada en $217.764. Y el doble aguinaldo, como medida de emergencia para reforzar los ingresos este fin de año.

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