La empresa Coto, desde hace más de dos años, viene aplicando una política de despidos constantes, salarios de miseria, presiones y persecuciones de todo tipo.

Hace un año los trabajadores de Coto levantaron durante tres meses una carpa contra los despidos luego de obtener la reincorporación de los compañeros y la separación del gerente de la sucursal 99.

El sábado, después de que llegara a Rosario el mismo Alfredo Coto, fueron despedidos cuatro compañeros con la excusa de la desaparición de 3.000 pesos.

Rápidamente, los trabajadores se convocaron en asamblea. Con la dirección de los delegados de Resistencia Mercantil se votó darle 48 horas a la empresa para reincorporar a los despedidos. La empresa contestó que no reincorporaría a nadie.

El viernes a las 6 de la mañana, primer horario de ingreso, los activistas garantizaron que no entrara ningún compañero. Con la solidaridad de la comisión interna del Lavadero Virasoro y de la UJS, se realizaron piquetes junto a los compañeros. El personal jerárquico, al ver que el paro comenzaba a ser un éxito, armó algunas provocaciones que fueron rápidamente contestadas por los compañeros.

Cerca de las 7 de la mañana, la empresa desembarcó, con total impunidad, un camión con cerca de 30 patoteros de la seguridad de la empresa, encabezados por un gerente (el mismo que los trabajadores había hecho rajar de la sucursal 99).

En ese momento se comprobó la decisión de los trabajadores, que resistieron con una firmeza ejemplar a los patoteros. La patota de la patronal hirió a dos compañeros, entre ellos el delegado de la sucursal. Frente a esta situación, los trabajadores ratificaron, en asamblea, la medida de fuerza.

La resistencia de los trabajadores duró todo el día, con corte de calles y quema de gomas; se logró impedir que el supermercado abriera sus puertas. Un conjunto de activistas sindicales se acercó a la sucursal para realizar un acto de apoyo. Por la tarde, la patota debió irse en los autos de la policía, hostigada por los trabajadores y el activismo.

La victoria era absoluta. Una asamblea decidió entregar un petitorio como última instancia de discusión, dejando claro que se cumpliría el paro de 24 horas y que, de no haber respuesta o de haber represión, se realizaría uno de 48 horas en la semana.

Al otro día, una comitiva de la empresa propuso garantizar el cese de todo tipo de despidos y sanciones; pagar el día y el presentismo; abrir la discusión de las condiciones de trabajo y sacar de la sucursal al gerente que ya los trabajadores de la 99 habían echado.

Los trabajadores reunidos en asamblea, plantearon aceptar en principio y levantar en lo inmediato el paro de 48 horas, iniciar una causa penal por las agresiones, discutir los 25 puntos del petitorio elevado y reclamar a la dirección del Sindicato de Comercio de Rosario que oficialice el reclamo de la asamblea.

La derrota de Coto y su patota abre una importante perspectiva a los trabajadores y al conjunto de los mercantiles. Resistencia Mercantil seguirá comprometida batallando por el desarrollo de la lucha y la resistencia de los trabajadores contra la patronal de Coto y el conjunto de las patronales, y la lucha por la reincorporación de los compañeros despedidos de cualquier sucursal y la elección de delegados en todos los establecimientos.

La lucha del Coto en la web

Ya puede verse en la web nuestro video-informe “Resistencia Mercantil: Un paro histórico”.

www.argentina.indymedia.org/news/2007/11/567515.php