Sindicales

22/6/2022|1647

Crece el reclamo en los ingenios de Salta y Jujuy

Se anuncian paros en Tabacal y Río Grande ante el retroceso salarial

Ingenio El Tabacal

Los dueños de los ingenios de Salta y Jujuy pretenden que esta paritaria sea otro empujón hacia abajo del poder adquisitivo de los sueldos, que vienen cayendo desde hace varios años. Hoy, la canasta de pobreza está en 100.000, la mayoría de los trabajadores apenas llega a la mitad de este monto, ni siquiera la máxima categoría (la 8) supera este ingreso. La canasta completa para una vida digna es casi el doble de esa suma. En el caso de Tabacal, incluso pretenden que este año no se garantice el número mínimo de días de trabajo en nombre de una supuesta sequía que disminuiría la producción. Se ha avanzado además en la tercerización a través de contratistas que tienen obreros en negro y todavía con peores salarios, se ahorran costos y, de paso, dividen la fuerza de los trabajadores.

¡Ni la equiparación con los sueldos de Tucumán!

Por medio de importantes luchas, los azucareros de Salta y Jujuy supieron tener los sueldos más altos del sector, pero ahora no es así. Aún siendo un salario de pobreza, los sueldos de la Fotia están un poco más altos. Los gremios de Salta y Jujuy se han puesto como objetivo equiparar con Tucumán y exigir un básico de 71.325 y la tira final en 92.000 desde mayo hasta abril del año que viene. Es claro que es completamente insuficiente y además no tiene una cláusula gatillo, de manera que el sueldo se ajuste mensualmente con la inflación. En el ingenio Río Grande votaron un paro para el 21 de junio, que ahora suspendieron por la conciliación obligatoria, y en el Tabacal, una asamblea le puso fecha para el 1° de julio si no mejoran la oferta.

En los últimos años, las patronales han impuesto fuertes golpes a la organización de los azucareros de Salta y Jujuy, despidiendo a cientos de luchadores de todos los ingenios o apelando a cierres ficticios, como en el caso del San Isidro, es sobre esa base que pudieron imponer un grave retroceso salarial y de las condiciones de trabajo, pero crece ahora la deliberación entre los trabajadores. Algunas de las nuevas direcciones gremiales llegaron con planteos dialoguistas luego del fracaso de las direcciones combativas, que se quebraron porque pusieron su expectativa en una intervención favorable del Estado contra las patronales durante el anterior mandato de CFK. Los planteos conciliadores chocan con la realidad de una ofensiva de las patronales que pretende obreros casi esclavos y un gobierno del Frente de Todos que hace causa común con las empresas. Con asambleas en cada sector de trabajo y la elección de delegados hay que masificar las asambleas, que han vuelto a funcionar después de varios años, como en el caso de El Tabacal. Está planteado nuevamente un paro general de los ingenios y un plan de lucha que habrá de imponerse desde abajo con el protagonismo de los luchadores que se están reorganizando.