Estando en pleno enero (cuando la mayor parte de los estatales está de vacaciones), se realizó ayer un paro y movilización (la quinta en una semana) reclamando la libertad de los dirigentes de ATE-CTA detenidos.

Más de 4.000 compañeros, con importantes columnas de la izquierda, entre las que se destacó la del PO y del gremio ceramista. Estuvo también la Coordinadora de Desocupados de Cipolletti.

Cada movilización es superior a la anterior.

Al calor del pago fuera de término, con varios municipios en cesación de pagos y con la brutal carestía desatada por la devaluación que Sobisch defiende, las bases sociales del MPN en las barriadas se suman a la rebelión y engrosan las filas de los que luchan.

Para la semana venidera está convocado un nuevo paro y movilización con presencia de delegaciones de ATE-CTA de todo el país. Y el lunes habrá una movilización por la tarde, para permitir la participación de sectores de empleados no estatales.

La causa de la libertad de los compañeros se ha transformado en una causa popular. Serán arrancados de la cárcel por la movilización del pueblo.