Sindicales
1/6/2018
Cresta Roja: peligran 2 mil puestos de trabajo
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El conflicto de Cresta Roja tomó nuevamente alcance nacional debido a las enormes acciones de lucha y movilizaciones que han llevado adelante los trabajadores estos últimos meses. Los obreros mostraron una gran disposición para defender sus puestos de trabajo y denuncian el plan de despidos masivos que la patronal Wade SA- Granja Tres Arroyos quiere imponer con la complicidad de la jueza Valeria Pérez Casado que interviene en la causa de la quiebra de Rasic, y el apoyo explícito del Ministerio de Trabajo de Triaca, de Macri y Vidal.
El plan patronal
El “plan operativo” de Granja Tres Arroyos, la patronal que adquirió las plantas avícolas de la ex Cresta Roja, consiste en retomar la producción progresivamente a lo largo de un año y medio aproximadamente, tomando trabajadores de Cresta Roja por tandas, pero desconociendo la antigüedad, lo que afecta fuertemente el salario ya que muchos trabajadores tienen una o dos décadas de trabajo en la avícola. El plan de despidos masivos también incluye un ataque a la organización sindical, ya que la patronal pretende concentrar los despidos entre los trabajadores de planta 2, donde se concentra el sector más combativo y activo.
Una primera tanda de 180 trabajadores ingresó en planta 1 ubicada en Ezeiza, lo que es menos de lo anunciado en el plan de la empresa, y seguiría otra tanda de 250 aproximadamente en septiembre y otra en junio-julio del 2019, quedando al final del camino entre 500 y 600 trabajadores en la calle. Por el momento hay 2 mil trabajadores que no tienen ninguna certidumbre sobre la continuidad de su situación laboral, quedando en la calle.
Es necesario recordar que luego de aquel acto de Macri en planta 2 donde anunció el veto a la llamada ley antidespidos, la empresa Proteínsa, que desembarcó en Cresta Roja frente al derrumbe de Rasic Hnos., dejó afuera unos 700 trabajadores aproximadamente que no fueron incorporados, entre los cuales a muchos se les adeuda las indemnizaciones.
La burocracia
Los sindicatos de Camioneros, Molineros y Uatre (rurales) firmaron el acuerdo de arribo de Granja Tres Arroyos contra la decisión de la enorme mayoría de los trabajadores encuadrados en Alimentación; los Moyano son un canal para el carnereaje de una lucha obrera de relevancia para todo el movimiento obrero.
Por su parte el STIA, sindicato de la alimentación de la provincia, no firmó el acuerdo producto del masivo rechazo en asamblea por parte de los trabajadores, pero se ha dedicado todo este período al desgaste de la lucha, aislándola, sin siquiera colocar el conflicto de Cresta Roja, ni tampoco el de Criave (con deudas salariales que afectan a 700 trabajadores), en la mesa de negociación paritaria, que no está de más aclarar, cerró de manera inconsulta con los trabajadores en un 20% en dos cuotas frente a una inflación reconocida por el gremio que no bajará del 28%, lo que implica una rebaja salarial, y sin cláusula gatillo ni de revisión lo que puede significar mayores rebajas frente a una inflación creciente. La comisión interna de planta 1 que responde a la Verde oficialista del STIA ni siquiera amagó con organizar una respuesta frente a los despidos masivos anunciados, sino todo lo contrario, han garantizado el carnereaje a la lucha poniendo a producir la planta cuando 500 trabajadores acampaban en la puerta.
El intendente de Ezeiza, el “sheriff” Alejandro Granados, luego de colaborar en la fuerte represión a los trabajadores para desalojar el bloqueo a los camiones en la planta 1, al aportar la Policía Local, se encargó de utilizar el reclamo de las familias obreras para “exigir” a la empresa el pago de deudas impositivas, amenazando con una posible clausura; es decir que pide peaje para que pasen los despidos.
Extorsión
Los 2 mil trabajadores que no cobran un peso desde comienzos de año sufrieron en este período una extorsión auspiciada por el gobierno de Macri, que consiste en que acepten el “plan operativo” sin compromisos claros de quiénes son los próximos trabajadores en reingresar a sus puestos y en las condiciones laborales que requiere Tres Arroyos, recibiendo a cambio unos 10 mil pesos por mes que estarían a cargo del gobierno como “salario de suspensión” o como parte de las indemnizaciones adeudadas. Los primeros trabajadores que firmaron en el mes de abril solo recibieron 5 mil pesos este mes. Con esta “apretada”, la patronal y el gobierno se propusieron desmembrar y contener el proceso de lucha de los combativos trabajadores de Cresta Roja. Pero la falta de garantías del cobro prometido de 10 mil pesos y del ingreso a la planta, sumado a una serie de reclamos que levantan los obreros, como es deudas de indemnizaciones, salarios, entre otras, son ejes de reagrupamiento de esta lucha en defensa de los puestos de trabajo.
Un planteo
Está planteado pelear por todos los puestos de trabajo incluidos las decenas de compañeros que se negaron a firmar el acuerdo extorsivo. La reincorporación de la comisión interna de planta 2 electa hace menos de un año debe ser la base para pelear por la reincorporación de todos. Este es el pliego reivindicativo elemental que el STIA debe tomar.
Cresta Roja es un símbolo de la farsa montada por el macrismo sobre la creación de empleo, y sobre la estafa y precarización laboral que diferentes patronales han llevado adelante con el apoyo de Macri-Vidal ahora, y de Scioli-CFK antes; pero también esta lucha expresa las fuertes reservas que anidan en la base obrera para enfrentar el plan de guerra del gobierno.
Más que nunca está planteado un paro activo nacional de inmediato y un plan de lucha, en apoyo a todas las luchas, contra el acuerdo Macri-FMI, por paritarias sin techo, y por la anulación del tarifazo. Necesitamos un congreso de bases de todos los sindicatos para unificar y desatar la fuerza de la clase obrera contra el plan de ajuste, y que rompa la loza que es la burocracia sindical de todos los pelajes.