Sindicales

24/9/2015|1382

Cresta Roja – Planta 2: triunfa una lista antiburocrática


A un mes del triunfo que implicó la reincorporación de cientos de compañeros, el activismo antiburocrático de la avícola Cresta Roja se impuso en las elecciones de delegados de la Planta 2, de El Jagüel, convocadas por el gremio de la Alimentación.


 


La Lista Roja obtuvo 332 votos sobre 331 de una lista afín a la conducción kirchnerista del gremio provincial y 192 de la Lista Naranja, una lista divisionista y funcional al oficialismo.


Desde el mismo momento del triunfo de la lucha, el gobierno y la burocracia empezaron a operar para recuperar el control de la planta donde se concentra la mayor parte del activismo. La burocracia prometió elecciones para reemplazar al cuerpo de delegados subordinado a la jefatura de la patronal (Rasic) y repudiado por los trabajadores, pero para octubre (dos meses después de la lucha) para tener tiempo de maniobrar. Sin embargo, los trabajadores juntaron firmas para reclamar un plebiscito al sindicato que, por 699 votos contra 24, destituyó a los delegados traidores y, de inmediato, eligieron representantes de sector.


 


En la Planta 1 de La Unión, por apenas ocho votos los delegados patronales lograron revalidar su mandato.


 


Frente a este avance del activismo, el gremio se apuró a convocar elecciones e impuso el modelo electoral de la burocracia, con listas y sin representación proporcional. Este recurso y la proliferación de listas opositoras debía arrebatarle un nuevo triunfo a los trabajadores, pero le salió el tiro por la culata.


 


Simultáneamente, Scioli decidió la intervención de la empresa pactada con Rasic. La medida se imponía por los extraordinarios subsidios estatales que está destinando para que el conflicto no le estalle durante su campaña electoral.


 


Una salida obrera a la crisis, por el contrario, sería la expulsión de la patronal, que Rasic pague la deuda de 1.200 millones de pesos con su propio patrimonio y garantizar la continuidad de la producción y de la empresa bajo control obrero.


 


Pero el objetivo de la intervención es recuperar una autoridad sobre los trabajadores que la patronal perdió, crear ilusiones en una salida con Scioli como presidente, preparar el ajuste que reclamaba Rasic para después de las elecciones y devolver la empresa a la patronal sin subsidios estatales, pero con cientos de trabajadores menos y la mitad del salario para los que queden. 


El interventor de Scioli es Daniel Gurzi, un hombre de Aníbal Fernández, el candidato a gobernador responsable político de los asesinatos de los compañeros Maximiliano Kosteki, Darío Santillán y Mariano Ferreyra. Un defensor del ajuste a mano armada.


 


Para este objetivo era fundamental un cuerpo de delegados afín a la burocracia kirchnerista del sindicato de la Alimentación de la provincia. Esto pone en dimensión la inmensa trascendencia del triunfo obrero.


 


La misión de los nuevos delegados deberá ser desnudar toda ilusión en la intervención y en Scioli, además de preparar a los trabajadores para las batallas que vienen.


Ni Massa ni Macri se han pronunciado. Ambos son partidarios del ajuste. La izquierda colaboró en el triunfo de la lucha. Llamamos a los trabajadores de Cresta Roja a un voto masivo al Frente de Izquierda y de los Trabajadores.