Esta mañana falleció un trabajador de la línea 60, luego de que un micro se cayera sobre él debido a que los elevadores neumáticos no cumplían con las condiciones mínimas de seguridad.

 

Los trabajadores y el cuerpo de delegados venían denunciando este problema desde que se mudó la cabecera de Constitución al barrio de Barracas. El grupo DOTA no hizo caso a las denuncias de los compañeros y es el responsable de la muerte del trabajador.

 

Este crimen patronal se da mientras el gobierno anuncia una reforma de la ley de ART, que agrava las condiciones de desamparo para la integridad de los trabajadores ante los accidentes y enfermedades profesionales. 

 

Ante este hecho, los trabajadores decidieron cortar el servicio y declararse en asamblea permanente para decidir nuevas acciones.

 

El Partido Obrero y la Coordinadora Sindical Clasista acompañamos a los compañeros de la 60 y la familia del trabajador fallecido y nos ponemos a su disposición para que paguen los responsables y se termine con esta precariedad e inseguridad laboral.