Sindicales

12/8/2010|1141

Crisis en Foetra: Sosto, Lavagna y Silvia Hidalgo se van sin explicarse

Al cierre de la paritaria, con un nuevo congelamiento salarial y la ‘paz social” firmada por un año, terminó generando una nueva crisis en Foetra. Según ha trascendido (ya que hasta el momento no lo han hecho público a todo el gremio), Sergio Sosto, secretario de Prensa de Fatel; Silvia Hidalgo, secretaria de Prensa de Foetra; Juan Carlos Lavagna, asesor de las paritarias, y Francisco Arrúa, sindico de la Obra Social (Ospetelco), han renunciado a sus puestos sindicales. Esta crisis ha llegado también a Mario López (secretario de actas y encuadramiento de Foetra) y a algunos delegados y coordinadores de zona que han renunciado. Todos pertenecen al ala ‘ izquierda’ del secretario adjunto de Foetra, Claudio Marín, alineado al sector de la CTA yaskista, que impulsa el apoyo a la carrera de los K para 2011 con la CGT de Moyano.

Estas renuncias, sin embargo, merecen una consideración política mayor.

Los que acaban de renunciar se fueron del Partido Obrero en 2006, cuando se les exigió romper con la directiva y con la agrupación de Marín ante el curso antiobrero que habían adoptado, esencialmente el copamiento por el kirchnerismo. Esto agotaba la experiencia de frente único que habíamos sostenido para echar a la burocracia menemista de Julio Guillán. En esa oportunidad, Lavagna aseguró que, una vez más, perdíamos el tren de la historia para conformarnos con un aislamiento sectario. Nuestra respuesta fue, naturalmente, que lo que nunca habían entendido es que hicimos un frente único para ampliar el campo de acción para luchar por las reivindicaciones y la independencia del sindicato, y que era reaccionario jugar de segundo o tercer violín de los usurpadores sindicales. El augurio de Lavagna se confirmó, pero a su costa. A diferencia de las sectas, sabemos reconocer las ventajas de una acción común para la clase obrera, lo que se confirmó por el vigoroso ascenso de Foetra luego de la derrota del guillanismo, incluso cuando ya había asumido Kirchner. A partir de la traición a los compañeros de los ‘call centers’, dimos por clausurado el frente único -donde desarrollamos siempre, por otra parte, una política independiente y sin compromisos oportunistas con los otros sectores. En esa circunstancia, votamos en contra de levantar la huelga contra el tercerismo por nada, y con una declaración pública explicamos nuestra posición.

El alineamiento de la directiva de Foetra con el gobierno se manifestó en la entrega de las luchas contra el tercerismo y a favor del encuadramiento de los trabajadores de Atento. La relación con los pulpos se hizo estrecha, al extremo de defender su monopolio de las comunicaciones y la renuncia a la telefonía estatal. Los convenios introdujeron ‘ planes de incentivo’ y categorías polifuncionales con 9 horas de trabajo; además de los sucesivos topes salariales del gobierno y las empresas, que fueron repudiados masivamente.

La experiencia recorrida por la Lista Azul y Blanca -que recuperó el sindicato como un frente de lucha incluyendo a sectores moyanistas (MTA), de la CTA, independientes y de izquierda (Partido Obrero y morenistas diseminados por la crisis del MAS), fue en su primera etapa una experiencia progresiva. Este frente -que se forjó al calor de grandes luchas, movilizaciones y tomas de edificios- permitió frenar los despidos y establecer un control obrero sobre los lugares de trabajo, avanzando en la recuperación de conquistas y en el funcionamiento de la democracia sindical basada en la convocatoria regular del plenario de delegados, las asambleas de base y la asamblea general.

Esta tradición se ha desandado definitivamente desde 2006. Los que ahora renuncian, cuidando incluso que no trascienda a todo el gremio (a excepción de algunos delegados de base), han evitado jugar un papel en las asambleas y la deliberación por abajo que cuestionó la reciente paritaria salarial. Evitaron un balance y una clarificación política de todo lo acontecido a partir de la cooptación kirchnerista. Se han ido por la ventana, en lugar de salir a reconocer que se equivocaron de medio a medio, que la fracción de nuestro partido en Foetra tuvo razón y que, mientras ellos concluyen en forma ignominiosa una vida sindical que tuvo sus largos momentos honrosos y gloriosos, nosotros estamos en el lugar que corresponde en la lucha de nuestros compañeros de trabajo y por el gobierno de los trabajadores.