Alineada con el FMI, las patronales negreras, los medios hegemónicos y todas las variantes de partidos patronales, la señora se lanzó a atacar a las organizaciones piqueteras y como veremos, a las y los jubilados. Las mujeres piqueteras respondieron con gran altura a la vicepresidenta millonaria planteándole que defenderán su organización independiente y no serán mano de obra semiesclavizada para los punteros peronistas y del aparato del Estado, las patronales superexplotadoras y, en última instancia, al servicio del pacto con el FMI.

Las y los jubilados y pensionados tenemos que sumarnos a la denuncia de estas valientes mujeres porque los adultos mayores son violentamente atacados y condenados a la miseria extrema, con un haber mínimo que en junio será de $37.524,96, cuando la Canasta de Necesidades Básicas del Adulto Mayor está en $100.000 y su costo crece mensualmente con una inflación que supera el 5% mensual, alejándose cada vez más de ese haber paupérrimo que perciben millones de adultos mayores (la inmensa mayoría del padrón). Se entiende entonces por qué miles de jubiladas y jubilados tienen que concurrir a los comedores populares que la ricachona en el gobierno quiere liquidar.

La vicepresidenta cobra mensualmente 2,5 millones de pesos por un doble beneficio previsional de privilegio por su jubilación, como presidenta y por la pensión de su fallecido esposo también como presidente. Para obtener estos beneficios absolutamente extraordinarios la señora le hizo un juicio a la Anses que, en tiempo récord, obtuvo un fallo favorable que incluía el pago de un retroactivo de 100 millones de pesos. La interventora de la Anses, Fernanda Raverta de La Cámpora, habilitó también en tiempo récord el pago de estos “beneficios” fastuosos sin chistar. De este modo Cristina y Raverta utilizaron los privilegios del poder para concretar este operativo escandaloso.

Todos recordamos que Cristina acusó de jubilados “caranchos” a los centenares de miles que iniciaron juicios contra la Anses y que, casi en su totalidad, obtuvieron fallos favorables de las Cámaras de Seguridad Social y de la Corte Suprema. El cinismo de Cristina no puede ser mayor, peor aún si consideramos que esos fallos favorables eran apelados sistemáticamente por la Anses, prolongando aquellos procedimientos hasta un promedio de los 10 años, razón por la cual muchos beneficiarios fallecieron antes de obtenerlos, una especulación directa con la muerte.

Y esto sucede actualmente también, ya que la Anses, es decir Raverta, apeló los fallos favorables que en distintos casos obtuvieron jubiladas y jubilados de distintas provincias contra los aumentos por decreto del actual gobierno, que llevaron a la baja los haberes respecto de lo que hubiera correspondido por la aplicación de la anterior fórmula de movilidad, que no había sido derogada aún por una nueva ley. Como vemos la vara no es la misma para la señora y para las y los jubilados de a pie.

Los dichos de Cristina anticipan ataques aún más arteros contra las y los jubilados y se ponen en sintonía con los “reclamos” de mayor ajuste del FMI, entre ellos una modificación de la actual fórmula de movilidad o su periodicidad, es decir, acentuar la miseria. Esta es la única perspectiva que se plantea y que también plantea la oposición patronal, en esto no hay grietas. Para las y los jubilados y pensionados no hay más opción que ganar las calles junto a las organizaciones piqueteras y del movimiento obrero que ya están luchando para derrotar estos planes negreros y antiobreros.

¡Jubiladas y jubilados, desarrollemos nuestro propio plan de lucha! Por un haber mínimo de $100.000 con actualización automática por inflación. Fuera la intervención de Anses. Por una dirección electa de la Anses por parte de sus beneficiarios y trabajadores.

https://prensaobrera.com/sindicales/ctera-y-una-nueva-entrega-de-las-jubilaciones