Sindicales

20/2/2003|790

Crónica de otro vaciamiento

La patronal de la empresa de transporte Expreso Paraná vuelve a cometer un nuevo vaciamiento dejando a cientos de trabajadores en la calle.


Cuando decimos “vuelve”, nos referimos a que también llevaron a la quiebra a la empresa Río de la Plata, con las consecuencias por todos conocidas.


La empresa Expreso Paraná (228), a la cual le decretan la quiebra con una deuda aproximada de 11.000.000 de pesos, es un símbolo de los límites capitalistas en cuanto a la imposibilidad de preservar los puestos de trabajo; pero no sólo fue la patronal (Prieto) la responsable de la pérdida de los puestos de trabajo –sólo en Campana y Zárate más de 120 choferes. También colaboró la Comisión Nacional de Transporte (Cnt), ya que la paralización total de los recorridos se produce por la quita de los pisos ordenada por este organismo, entregándole así, en bandeja, con la complicidad de la dirección de la Uta, los pisos a una Ute (Unión Transitoria de Empresas), la que con la colaboración de la Uta ofrece a los choferes el paso a la misma. Los que aceptan el cambio de empresa pierden la antigüedad y reciben, como chantaje, y en mismo día, 150 pesos en efectivo. Todo en el mismo momento en que cierran la empresa E.P. por la quita de los pisos por la Cnt.


Así se impide cualquier tipo de resistencia de los trabajadores, ya que sobre 140 choferes 120 aceptan la propuesta del sindicato y la Ute.


Cuando decimos que desde el Estado se permitió llegar a esta situación no es por capricho, ya que le otorgó a la patronal el subsidio de 1.000 pesos por coche (100 en total) lo que le permitió embolsar casi 1.000.000 por mes: les pagaron por el total de unidades cuando en realidad la mayoría no funcionaba; sin embargo, ni un solo peso fue utilizado por la patronal para arreglar las unidades, o pagar salarios atrasados; al contrario, “Prieto”, previo al cierre de la línea, sacó las unidades más nuevas de la cabecera y vendió 6 coches de larga distancia de tres ejes –cuyo valor se estima en 50.000 pesos cada uno–, de lo cual ni un solo peso va a los trabajadores.


¡Más ejemplos de estos campeones del vaciamiento, imposible!


La nueva patronal se integra a Utenor, un agrupamiento de 5 patronales de la zona norte, entre las cuales ¡4 están con convocatoria de acreedores! Y de yapa, entre los directivos de Utenor se encuentra un ex directivo de Expreso Paraná. Sin embargo, surgió una política contraria a la burocracia y a la nueva patronal; ésta fue llevada adelante por un grupo de trabajadores que rechazando la propuesta de la nueva patronal, sacan a trabajar a 6 unidades logrando mantener los puestos de trabajo e incluir 14 puestos más, es decir un total de 24 trabajadores recuperan su fuente de empleo; esta experiencia se corta cuando el juez a cargo de la causa les incauta las unidades, que vuelven al corralón a la espera de su remate.


Varias son las empresas vaciadas en la zona norte: la 503 de Escobar, la 228, y estaría en crisis la 291, también de Escobar. Son claras demostraciones de que la toma de la empresa por los trabajadores y el control obrero son el programa de lucha para defender los puestos de trabajo y el servicio de transporte público tan necesario para los vecinos de las barriadas obreras.


La política de la burocracia es, en el mejor de los casos, ejercer el papel de gestores de esta política de vaciamiento y concentración del monopolio del transporte en manos de algunos de los pulpos, como los de la 60 y el Grupo Plaza.