La patronal de Crónica, amparándose en el descenso que se había registrado en las ventas (15%) propuso un conjunto de ‘alternativas’, a los representantes gremiales de prensa, desde producir 60 despidos, suspender personal, reducir  la jornada laboral y el salario, y eliminar una gratificación equivalente al aguinaldo que se cobra en cuotas.

Una asamblea general de 120 compañeros (incluyendo a encargados y jefes) rechazó de plano las ‘propuestas’ patronales. Otra masiva asamblea, pero de compañeros gráficos, votó la unidad con los compañeros de prensa.

Ante esta movilización interna, la empresa ‘postergó’ los despidos, pero no la suspensión del pago de la gratificación (hasta junio del 96).

En este cuadro, la burocracia del Sindicato Gráfico y un sector de la Comisión desconocieron el mandato de la asamblea gráfica, de negociar conjuntamente con los compañeros de prensa.

Es evidente que la empresa está midiendo fuerzas, y que cuenta con la complicidad de las burocracias de Ongaro y de la Utpba.

La forma de derrotar la ofensiva patronal es unificar a los trabajadores gráficos y de prensa. Crónica fue una de las empresas periodísticas que más creció en los últimos años en publicidad y ventas.

¡Entonces que la crisis la paguen ellos!