CTA NEUQUÉN

La crisis de la vieja burocracia y el oportunismo de la izquierda

La división de la burocracia de la CTA está dando lugar a un conjunto de realineamientos de cara a las elecciones de la Central, como ocurre por ejemplo en Neuquén.

El degennarismo neuquino lanzó la candidatura de Carlos Quintriqueo, quien fuera por varios años dirigente de ATE de la zona sur de la provincia, con el auspicio de Julio Fuentes, un dirigente de larga duración en la CTA provincial.

Quintriqueo ocupa, por el partido UNE, el cargo de subsecretario de Gobierno del municipio de la capital, que encabeza el radical K Martín Farizano. El gobierno de Farizano es una administración general de los negocios de las constructoras (Benito Roggio), y de los empresarios de la noche y el juego (Cristóbal López, quien además monopoliza el servicio urbano de transporte) y de los grupos inmobiliarios. El gobierno capitalino que comparte el UNE-CTA se ha caracterizado por los salarios de hambre de los trabajadores municipales, la precarización laboral y la represión a las ocupaciones de tierras. En Neuquén tenemos el retrato más logrado del “movimiento político-social-cultural” que dice propugnar Víctor De Gennaro –ni más ni menos que colaboración de clases, de integración al Estado y entrelazamiento con los mismos intereses capitalistas a los cuales sirve el gobierno K. Este “modelo” es el que apoyan el MST y el PCR al integrarse a la lista de De Gennaro en el plano nacional y en el local.

Por su parte, el yaskismo “puro” encontró grandes dificultades para formar su lista debido al repudio generalizado que existe contra Yasky entre los docentes de Neuquén. Sin embargo, la conducción provincial de Aten, alineada con De Gennaro, estuvo promoviendo hasta el final una “lista de consenso” con Yasky. Según Marcelo Guagliardo, secretario general del sindicato docente, “el planteo es seguir apostando a la unidad porque creemos que vienen temas y escenarios complejos para los trabajadores” (Río Negro, 30/7). Es decir que la alianza con la lista de los Kirchner, que no sería admisible a escala nacional, valdría para la provincia, y en especial para hacer frente a las dificultades que los K les van a crear a los trabajadores (!). Lo que ocurre es que Guagliardo ha querido blindar a su agrupación, que se encuentra dividida entre el apoyo a uno y otro bando. Es un planteo de unidad sin principios. Por su parte, el propio Quintriqueo no se priva de curarse en salud ante la anticipada victoria de Yasky a nivel nacional, con la advertencia de que “los docentes, a nivel provincial, aunque no lo digan, van a respaldar a Yasky” (ídem). Quintriqueo ya ha tendido puentes para el caso de una derrota. Después de todo, el degennarismo provincial no se distingue del yaskismo en la prosecución de la ‘paz social’.

Finalmente, la dirección de Aten Capital (Lila, ex MIC) y algunos sectores de ATE Salud promueven una lista provincial desprendida de las nacionales. Se trata de una posición deshonesta porque a nivel nacional integra la lista degennarista, que no puede reproducir a nivel provincial porque está enfrentada a la dirección de CTA de la provincia. Este planteo políticamente deshonesto contó con el apoyo del PTS. Para Gabriela Santarelli, del PTS, “una lista regional es posible porque acá existe una izquierda combativa y es posible hacer diferentes frentes únicos. Hay condiciones para hacer una lista regional. Es poco marxista pretender repetir el mismo molde (que a nivel nacional, sic)”. Dicho en criollo: hagamos un frente con los oportunistas que a nivel nacional siguen a la burocracia de De Gennaro, porque son combativos a nivel provincial. No hace falta ser ‘marxista’ para predecir que por esta vía y con estos métodos se apoya el oportunismo de los ‘combativos’, no su combatividad; su acomodo con la burocracia sindical, no la independencia política. Es esto lo que apoya (siempre como “marxista”, ¡claro!), el PTS. Se trata de un encubrimiento a los que posan de “combativos” en la provincia por parte de un grupo que denuncia a diestra y siniestra a sojeros y kirchneristas, y que ahora descubre que sería ‘marxista’ hacer un frente con ellos incluso en un sindicato en el que van aliados a la burocracia sindical.

Nuestra política

Nosotros actuamos en función de una caracterización que nuestros adversarios poco se han esforzado por hacer, y planteamos una perspectiva a partir de ella. Es la siguiente: la avanzada integración de la burocracia de la CTA al capitalismo y al Estado, es una expresión de su quiebra política (y viceversa), y obliga a plantear abiertamente la necesidad de una alternativa. Esta quiebra política no vale sólo para la CTA, vale para todo el movimiento obrero y el país; ha llevado a la afiliación forzada de todo un sindicato, el del subte, a la CTA por un ultimátum conjunto de las dos fracciones de burocracia, más una tercera – la de Yasky, la de De Gennaro y la de la Lila. Nuestros rivales han preferido explotar esa quiebra para obtener de ella alguna candidatura. Para preparar un viraje de la clase obrera hacia el clasismo y la izquierda revolucionaria ante esta avanzada descomposición de la burocracia, es necesaria una política sistemática. Es lo que expresamos en la Lista 3-Frente de Unidad Clasista, encabezada por la delegada general del Hospital de Plottier, Gabriela Suppicich e integrada por luchadores de toda la provincia.