Sindicales
25/8/2024
Ctera cruzó una línea roja
Hacia el plenario nacional de la Coordinadora Sindical Clasista del 14 de septiembre.
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Es necesaria una nueva dirección en Ctera.
La burocracia sindical de Sonia Alesso, Roberto Baradel y Hugo Yasky entregó el derecho de huelga de la docencia, no paró el día en que se aprobó en la Cámara de Diputados la media sanción de la denominada esencialidad docente que vulnera ese derecho histórico, no planteó ningún plan de lucha y permanece en un silencio total. Ni siquiera sacaron un comunicado de repudio.
La conducta de la burocracia celeste es coherente con su trayectoria. Bajo el gobierno de los Fernández-Massa no paró una sola vez y, ahora, el día que se trató la eliminación del derecho de huelga en su propio gremio, no sólo no convocó a nada sino que dejó aisladas a 8 provincias en conflicto o con medidas de fuerza: Neuquén, Misiones, Entre Ríos, Chubut, Córdoba, Jujuy, Caba (Ademys) y nada menos que Buenos Aires, en la cual los Sutebas Multicolor y la Lista Multicolor convocaron a un paro que fue muy masivo.
Ese 14 de agosto, además de estar reclamando contra la eliminación del derecho de huelga, las provincias en paro estaban reclamando por salarios, jubilaciones, el rechazo a los presentismos esclavistas que avanzan en las provincias, y una larga lista de etcéteras.
El resultado de esta política carnera es la devaluación histórica de los salarios –bajo la línea de pobreza en todo el país-, el derrumbe de las escuelas y de la infraestructura, el vaciamiento de las obras sociales, el ajuste presupuestario de Milei y de todos los gobernadores que, como Axel Kicillof en Buenos Aires, alcanzan el superávit fiscal a costa de los salarios y las condiciones laborales de docentes y estatales.
Se trata de una conducta consciente de colaboración con el ajuste de Milei y la motosierra de los gobernadores, de parálisis que, objetivamente, es concordante con la esencialidad docente, contra el método de lucha fundamental de los trabajadores que es la huelga.
A casi 20 días de la aprobación de la media sanción contra el derecho de huelga, Ctera sigue sin emitir palabra.
El abandono de la lucha en defensa del derecho de huelga de parte de una dirección sindical significa su traspaso, sin retorno, hacia el campo de las patronales y su Estado.
Albaceas de la motosierra del PJ
La Ctera y todas las burocracias sindicales no mueven un pelo contra la avanzada de Milei porque sus gobernadores hacen lo mismo en sus provincias. “Aunque las declaraciones de varias figuras del oficialismo denotan cierto prejuicio contra los gobernadores respecto a una supuesta falta de responsabilidad presupuestaria, la realidad es que aplican también un importante ajuste y mantienen el superávit en sus cuentas. Según indica la consultora Politikon Chaco, el consolidado de las 24 jurisdicciones indica que, entre enero y marzo de este año, soportaron una caída de ingresos del 16,9% y, frente a ello, aplicaron su propia ‘motosierra’, aunque más liviana que la del gobierno nacional. Los gastos cayeron 24,3%” (Ambito 22/8).
Efectivamente, Yasky y su CTA, igual que las demás centrales, cuidan la caja del PJ. En Buenos Aires, La Pampa, La Rioja, Tierra del Fuego, los que se presentan como resistentes al ajuste de Milei, al igual que los peronismos variopintos de Santiago del Estero, Catamarca, Salta, Córdoba y Misiones, tienen la misma actitud ajustadora contra sus trabajadores que los Jorge Macri y los Maximiliano Pullaro.
En sus provincias, la burocracia de Ctera actúa como cancerberos contra los huelguistas, y le exige a sus gobernadores que sean duros con los que luchan.
Un camino de derrota y desmoralización
La burocracia cterista justifica su planteo en la imposibilidad de enfrentar la ofensiva del gobierno derechista de Milei, y en que hay que resistir hasta cambiar electoralmente el cuadro político en 2025/2027. Sostienen que no hay condiciones para salir a luchar, lo que es funcional a la política de sostener al gobierno de Milei de parte de la oposición patronal.
En medio de la actual crisis económica, social y política del gobierno de Milei, de sonoras derrotas en el parlamento donde la oposición patronal se vio obligada a empezar a condicionar su apoyo, esta política de la Celeste de Hugo Yasky y Cía es coherente con el obsceno chichoneo del kirchnerismo y del jefe de bancada de Unión por la Patria, José Mayans, nada menos que con la defensora de genocidas Victoria Villarruel.
La expresión práctica del carnereaje burocrático en esta lucha específica en defensa del derecho de huelga ha sido la acusación de parte de los dirigentes de Ctera de “vaciadores seriales” de las escuelas, de vagos, contra los huelguistas. Un ataque a todos los paros de la docencia opositora, y especialmente del paro Multicolor de Buenos Aires.
Por una nueva dirección en Ctera
Las luchas provinciales, algunas de largo alcance –como Misiones o Neuquén- y la ofensiva antieducativa de alcances históricos de Milei, exigen como nunca la huelga general de la docencia, que la dirección de Ctera boicotea.
La tarea de presionar y organizar la lucha frente a la ofensiva actual ha sido tomada por la oposición antiburocrática y multicolor, que volverá a reunirse para convocar a otra jornada nacional de lucha con paros y movilizaciones cuando se discuta la ley de esencialidad en el Senado, en defensa del derecho de huelga y de todos los reclamos de la docencia y de la comunidad educativa.
El desenvolvimiento de un plan de lucha exitoso –esto sí algo verdaderamente esencial- es sincrónico a la tarea de recuperar los sindicatos de base docentes de manos de la burocracia de Ctera y poner en pie una central docente clasista, democrática y de lucha. Este será un gran debate en el Plenario Nacional de la Coordinadora Sindical Clasista del 14 de setiembre.