Sindicales

17/8/2024

Ctera-Suteba, anatomía de una burocracia funcional a la derecha antihuelgas

La conducción de Suteba atacó el paro multicolor del 14

Las asambleas de Suteba -convocadas con menos de 24 horas de anticipación- tuvieron como eje el ataque de la burocracia de Roberto Baradel al parazo Multicolor del 14 de agosto contra la reaccionaria ley antihuelgas votada en la Cámara de Diputados. Confirmando que el pez por la boca muere, el ensañamiento burocrático contra la medida de fuerza llamada por las seccionales de Marcos Paz, Tigre y Bahía Blanca, ratifica la magnitud e impacto de un paro provincial que se extendió más allá de las seccionales Multicolor y que repercutió en los distritos celestes con adhesiones del 60/70 al 90%. 

En el plenario de secretarios generales de Suteba, y en medio de una cloaca de insultos contra la oposición multicolor, los burócratas seccionales y la conducción provincial celeste no se animaron a desmentir el alcance del paro. Sólo se dedicaron a atacarlo; el baradelismo volvió a la carga, equiparando los paros docentes con el “vaciamiento de escuelas”, un argumento funcional a la derecha y a la esencialidad antihuelgas de Alejandro Finnochiaro (autor del proyecto en cuestión y exministro de Educación de Mauricio Macri). Esta infamia pretende cubrirle las espaldas a la borratina de la Ctera, que dejó pasar la votación de la ley reaccionaria en Diputados, y al gobernador bonaerense Axel Kicillof, a quien el Suteba le había “garantizado” que no habría más paros docentes en la provincia de Buenos Aires. La Celeste hizo sapo y quedó completamente desautorizada ante la base docente.

Judicialización de la lucha

En el de plenario de secretarios generales de Suteba  abundaron las amenazas  burocráticas de represalias contra los dirigentes y seccionales multicolor que pararon y llamaron a parar. Los acólitos piden que se dé lugar al Tribunal de Disciplina del sindicato para frenar los paros. El complemento de esta judicialización de la vida sindical fue la subestimación de la dirección a los miles de huelguistas, que según la Celeste no saben por qué paran, o lo hacen para “quedarse durmiendo en la casa”. Una infamia con fuerte tufo gorila.

Al tildar a los que luchan de vaciadores y a los huelguistas de vagos, la burocracia apela al slogan más reaccionario, “La culpa es del otro”, para lavar su propia responsabilidad y la del peronismo. En primer lugar, la de Cristina Kirchner, que se valió de una sesión inaugural del Congreso para emprenderla contra los paros docentes. Lo mismo hizo Sergio Massa durante la campaña electoral,  otro ferviente defensor de la “esencialidad” trucha y antihuelgas. El voto a Massa traía la prohibición del derecho de huelga bajo el brazo.

A la burocracia kicillofista del Suteba, la mutilación del derecho de huelga le viene como anillo al dedo para que no prosperen los paros y las luchas en territorio bonaerense. Fue la burocracia de Roberto Baradel la que le reclamó a Kicillof que descontara e injustificara los masivos paros provinciales Multicolor en el 2023, una inconducta gremial y pro patronal. En el Congreso de Suteba del año pasado -a pocos días del triunfo electoral del liberfacho Milei- Baradel le gritó a la oposición del sindicato que se olviden de los paros, exacerbando el colaboracionismo, la  inacción y las amenazas violentas.

Las diatribas “neoliberales” contra los paros -que parecen copiadas del manual de Finocchiaro- anticipan lo que se viene. Si la ley de ” esencialidad”  se vota en el Senado, la burocracia va a adaptarse a su implementación, como hizo el gobierno de Kicillof con el Rigi (régimen de inversiones) entreguista de Milei. Algo así como “ya está”. Hablamos de cupos presenciales del 50% de los docentes a partir del tercer día de paro y de nóminas previas de quiénes obligatoriamente deberían trabajar elaboradas por los directivos de cada establecimiento. Un ataque histórico.

Funcionales

Que Ctera y sus principales dirigentes, Sonia Alesso y Roberto Baradel, se negaran a convocar al paro nacional el 14/8, es también una puñalada por la espalda a las provincias en lucha y a aquellas que -junto a la Multicolor y Ademys- pararon ese día. La burocracia habla de “profundizar un plan de lucha” que es papel mojado. La raquítica convocatoria de Ctera al Congreso recién salió después de que la Multicolor llamara a parar. Fue una reacción contra el paro y de contragolpe, cuya consecuencia fue una concentración vaciada. Frente al Congreso se destacaron, sí, los cánticos de la Multicolor reclamando paro y plan de lucha. Un acto de moralización militante.

La dirección burocrática de Ctera-Suteba quiere circunscribir el repudio a Finocchiaro. Una maniobra de encubrimiento del peronismo y de la oposición amigable. No se conoce un pronunciamiento de Kicillof contra la reglamentación del derecho de huelga votado en Diputados. El llamado “plan de lucha de Ctera” es pura pompa de jabón. La Marcha Federal viene de amague en amague desde hace meses. Ahora Ctera promete paros y movilizaciones cuando se trate la ley en el Senado. Para la burocracia, es el canto del cisne mientras responsabiliza a la docencia y a los trabajadores por el triunfo de Milei. Algo así como que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. 

A la sombra del ajuste

La oferta salarial paritaria puesta a consideración de las asambleas del pasado jueves 15/10 está hecha a la medida del ajuste de Kicillof, que acumula un superávit mayor a los dos puntos a base de licuar salarios. Con el aumento bimensual, un preceptor recién superará la canasta de indigencia de hoy con el cobro de setiembre mientras las maestras de grado seguirán en la mitad de la canasta básica, es decir en la pobreza. Paritarias de pobreza, sin preparación y a espaldas de la docencia. Kicillof lo hizo.

Las esmirriadas asambleas convocadas por la burocracia celeste retratan a los vaciadores de la organización sindical. Como lo demostró el paro Multicolor, la política de la conducción de Suteba es inviable y choca con la base docente. Un alerta para el baradelismo y para quienes le piden a la burocracia que se ponga a la cabeza de la lucha, que no libra pero sí sabotea. Mal puede defender el derecho a huelga una burocracia que descalifica a los paros docentes y a los huelguistas. 

La única lucha que se gana es la que se libra

  La “acción política” que postula la burocracia celeste es la postración frente a Kicillof. El parazo del 14/8 revitalizó a la Multicolor y va saldando debates. Un plan de lucha contra la ley antihuelgas, por la devolución del Fonid, por salarios igual a la canasta familiar y contra el ajuste de Milei y los gobernadores, exige impulsar un paro nacional de inmediato y paros progresivos preparando el paro nacional de Ctera y la  convocatoria a rodear el Congreso el día que se trate en Senadores.

Para romper toda atadura, es necesario construir una dirección sindical clasista de la docencia, independiente de Kicillof y de un peronismo que desmoraliza y entrega la lucha obrera. El paso adelante que dio la Multicolor con el paro del miércoles  14/8  debe consolidarse con el llamado unitario a un plenario provincial de delegados.

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“La responsabilidad de la crisis la tienen los partidos que vienen gobernando”, denunció Vanina Biasi, diputada de la izquierda. –
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