Sindicales

29/9/1994|428

Cuando Chacho y Pino se quieren “diferenciar” de Quarracino y Rico

CTERA y SUTEBA publicaron, semanas atrás, una solicitada que denunciaba el proyecto educativo presentado por el PJ y el MODIN en la Constituyente provincial, calificándolo como un intento de “hacer retroceder la educación bonaerense 100 años”. En efecto, el proyecto en cuestión contempla “el derecho a pedir al Estado educación moral o religiosa para los alumnos según la convicción de sus padres”. En otro de sus párrafos, señala que “el niño debe formarse en los principios básicos del cristianismo, como la solidaridad y defensa de la familia”.


Pero los firmantes de la solicitada advierten sobre la tentativa de “introducir en las escuelas públicas la enseñanza religiosa y la moral cristiana como único principio” (subrayado  nuestro), es decir, que abogan por introducir el “pluralismo  confesional” compulsivo, no el laicismo, el cual excluye a las religiones e iglesias del ámbito público. El laicismo significa independizar la educación de la religión y a la Iglesia del Estado. La CTERA se pronuncia por la “prescindencia religiosa”, es decir, entre uno u otro culto.


Para los firmantes, la“prescindencia religiosa” se completa “reconociendo la dimensión religiosa individual como parte de la libertad de conciencia”. Pero esta libertad tiene dimensiones innumerables, por lo que citar a una es coartarla y suprimirla. La solicitada condiciona nada menos que la libertad de pensamiento, es decir, de opinión y prensa. Prohíbe así, por ejemplo, el ateísmo y la propaganda antirreligiosa, es decir, el desarrollo de la ciencia y de la experimentación


Por si todavía quedaran dudas, los dirigentes de SUTEBA —en su condición de convencionales del Frente Grande —presentaron un proyecto propio que plantea que “los servicios oficiales y no oficiales de la provincia conforman el sistema educativo provincial”, lo que significa el apoyo del Estado a la enseñanza privada y confesional. Las consideraciones que acompañan el proyecto dicen que “el Estado provincial deberá estimular … a aquellas escuelas que demuestren aportar a dicha diversidad (cultural), atiendan a sectores que de otra manera no podrían tener acceso a la educación obligatoria o presenten propuestas pedagógicas modernizadoras…”, es decir, lo que acaba de establecer el pacto educativo federal (financiamiento directo a las escuelas), contra el que CTERA acaba de declarar un paro. En el caso del FG, el apoyo se extiende a los establecimientos confesionales.


La solicitada pone en evidencia posiciones contrarias al laicismo y a la democracia.