Sindicales
19/11/1998|608
De eso no se habla
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Las patronales autopartistas han anunciado 400 suspensiones desde la próxima semana, luego de despedir a treinta compañeros en lo que va de noviembre. Están corriendo las suspensiones por sector en Fiat, que preceden al plan de suspensión total desde mediados de diciembre y a las vacaciones adelantadas hasta el mes de febrero. Fiat ha abierto el registro de ‘retiros voluntarios’, pero, ante el hecho de que nadie se anotó, ha empezado con las amenazas con el objetivo de 500 despidos. En Renault, cerca de 200 trabajadores se han acogido al ‘retiro voluntario’ y la patronal ha anunciado que suspenderá masivamente a fines de noviembre, adelantará las vacaciones y necesita prescindir de 630 trabajadores. Las terminales están aprovechando la crisis para tratar de imponer un verdadero plan de guerra contra los trabajadores. La patronal francesa ha descargado un virtual ultimátum sobre los trabajadores de Mantenimiento para hacerlos ingresar a la tercerizada’ Polynomt. La Fiat se ha apresurado a vaciar la planta para quebrar toda deliberación obrera frente al vencimiento del convenio firmado hace tres años, que consagró el régimen más completo de flexibilidad laboral, disminuyó el salario (un 40%), modificó la jomada laboral, implantó la polifuncionalidad y eliminó las categorías vigentes.
‘Sugestivamente, ni uno solo de los candidatos de los partidos ‘oficiales’ dedica dos palabras a la catástrofe social que se está abatiendo sobre los trabajadores cordobeses. El ‘debate’ entre De la Sota, Johnson (del partido de Cavallo) y Volando no toca este punto, ni la reforma laboral, ni la deuda externa provincial de más de 1.300 millones que hipoteca fondos por coparticipación, ni el castigo y la ejecución de las deudas de la mafia de empresarios y políticos que vaciaron los fondos públicos; es decir, el ‘debate’ no existe. El supuesto enfrentamiento entre Mestre con De la Sota alrededor de la privatización de Epec y del Banco Provincia es trucho, ya que el ‘estatista’ Mestre prepara la privatización de Epec vía la tercerización, la entrega del 29% de las acciones y el gerenciamiento privado. Lo mismo ocurre con el Banco Provincia (donde Mestre plantea la aplicación de la ‘ley Angeloz’, con 49% de las acciones y el gerenciamiento para los privados) y los hospitales públicos.
La burocracia sindical, en cualquiera de sus variantes, está acompañando este pacto de silencio con el inmovilismo total de los sindicatos. Esto frente a la situación social desesperante y a una lucha en defensa de los hospitales públicos y de los reclamos de médicos y enfermeras que lleva seis meses sin siquiera un paro ‘solidario’.
El Partido Obrero ha colocado en el centro de su campaña electoral el reclamo de que las organizaciones obreras y populares rompan con los partidos patronales y organicen una alternativa obrera independiente para arrancar ‘nuestra’ salida: el reparto de las horas de trabajo, un salario de 1.200 pesos por una jornada de ocho horas, la apertura de los libros de los bancos públicos y el castigo y la ejecución de todos los vaciadores.