Sindicales

10/4/2019

De la masacre de Once al crímen de Carranza

CSC Zona Oeste

Mientras el presidente de la empresa viaja pavoneándose disfrazado de Guarda, con la consigna “yo me pongo en tu lugar”, los trabajadores ferroviarios hemos sufrido la pérdida de nuestro compañero Sebastian Carranza. Y antes de esto, el terrible accidente del compañero Garay. En carpeta sigue la pretencion de despidos, traslados, y los cambios de funciones y de condiciones de trabajo.


Una larga historia une la masacre de Once y de Flores, con la muerte de Carranza. El negociado de las privatizaciones menemistas, sostenidas por años por Néstor Kirchner y Cristina Fernández, donde miles de millones fueron a parar a los bolsillos de los Cirigliano, los Taselli y Benito Roggio. Ellos dejaron un ferrocarril desmantelado que se transformó en una bomba de tiempo que explotó inexorablemente, abriendo a su vez las puertas para otros negocios privados.  Es el caso del cierre de EMFER y la compra de vagones a China. Pero sobre todo, la aprobación de la Ley Randazzo, votada en bloque por el Macrismo, que sustentaba la posibilidad de inversiones privadas sobre los rieles ferroviarios y todo aquello que fuera factible de privatizar o tercerizar en el ferrocarril, sobre todo el transporte de carga y obras millonarias que fueron producto de coimas y negociados en grado escandaloso.


Los millonarios fondos públicos puestos en el “soterramiento del Sarmiento”, ahora paralizado, hubieran podido ser mejor invertidos en mejorar las condiciones del servicio. Pero los negociados iban en otra dirección. Así, nuestra seguridad y la de los pasajeros fueron vulnerados y se acrecentaron con el correr del tiempo.


Por eso la muerte de Carranza es un crimen anunciado, que nos podía tocar a cualquiera de nosotros. Tiene responsables patronales y políticos, aunque Trenes Argentinos quiera disimular y desviar la atención hacia los propios trabajadores.


Mientras los trabajadores salimos al paro por Carranza, denunciamos el rol carnero de la Verde (partícipe de todos los negocios de tercerización en el ferrocarril) que salió a boicotearlo, pero se encontró con la férrea decisión de parar el ferrocarril. 


20 días después vemos que todo sigue igual, o peor. Ahora la Empresa quiere cerrar la boleteria de Moreno Norte. Para la patronal;somos los trabajadores los responsables, y se dedica a perseguir compañeros.


El apresurado levantamiento del paro de 24 hs. Por parte de la seccional, contribuyó para una salida rápida para la Empresa, que le permite una tregua valiosa, para reposicionarse nuevamente contra los trabajadores.


Esto no lo podemos permitir. Es necesario que discutamos sector por sector, un pliego de reclamos, que deben ser aprobados en una asamblea general de seccional; y que los trabajadores discutan una política ferroviaria, al servicio de la población, y bajo dirección de los trabajadores.