Sindicales

17/1/2024

Santa Cruz

De los K a Vidal: las mil y una formas de precarizar el empleo

Descargan la crisis del Estado provincial sobre los trabajadores.

Continúa la tercerización laboral.

El nuevo gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, ha decidido denunciar la corrupción y la precarización laboral imperante durante la gestión de Alicia Kirchner. Sin embargo, sostiene esa orientación, negándoles a los trabajadores tercerizados el pase a planta permanente.

Vidal ha puesto en duda las facturaciones de los hoteleros que atienden derivaciones de la Caja de Servicios Sociales en Buenos Aires, también la facturación del “chupasangre” de Guillermo Polke por los servicios de Macro al Estado provincial y ha denunciado más o menos públicamente la estafa que contienen las cooperativas de servicios que contratan con el Estado.

Se ha filmado diciendo que no “permitirá extorsiones” de las empresas hoteleras y llegó a recibir a un importante grupo de trabajadoras de Macro a las que prometió “que ninguna quedará sin trabajo”. En el mismo sentido, incluyó a la Fundación Santa Cruz Sustentable en tareas de mantenimiento de escuelas en Caleta Olivia.

Sin dudas que la administración kirchnerista fue una administración que utilizó las cooperativas, las empresas tercerizadas, los contratos a término y hasta los monotributos para tareas que les competen a las y los empleados estatales, como una forma de precarización laboral. Se trata de compañeras y compañeros que trabajan 6 horas y en algunos casos hasta ocho y estos trabajadores se cuentan por varios miles en toda la provincia. Solamente Macro tenía 350 empleadas.

Los punteros que regentean las cooperativas se venían quedando con un remanente extra de hasta $2.000.000, mientras pagaban a los trabajadores salarios de $150.000 en el mejor de los casos.

Párrafo aparte merece Polke que pagaba por jornadas de 4 horas y hacía trabajar la jornada completa. Como estas cooperativas y empresas llegan a los contratos por “acomodo” político, la corruptela del régimen kirchnerista queda completamente expuesta.

La corruptela va unida a un mecanismo de ajuste ya que los servicios de limpieza, seguridad y otros tercerizados a estas cooperativas o empresas amigas o incluso a la ex “Fundación Olivia” representan “mano de obra barata” para el estado provincial.  Con la “cometa” incluida siguen siendo más baratos los empleados tercerizados que los empleados públicos de planta.

Esto desnuda no solo los “kioscos” de los amigos del poder K, sino algo aún más importante y es que la precarización laboral resulta esencial a su forma de gobierno. Todos estos trabajadores prestan servicios necesarios que sostienen el sistema educativo, de salud, judicial y todo el aparato administrativo de la provincia.

Cambia el mosquito, pero siguen chupando la sangre a las y los laburantes

El gobernador Vidal ha denunciado aspectos de este sistema, pero se propone reproducirlo con escasas variantes, negando a estos trabajadores tercerizados su derecho a pasar a planta, aunque prestan servicios por muchos años en tareas imposibles de eliminar.

En el mejor de los casos, si elimina a los punteros de las cooperativas y a los empresarios “negreros” (y si no los reemplaza por “punteros” propios) continuará igual la tercerización y la precarización laboral. Vidal insiste en que “le dejaron un agujero financiero” y que la situación es crítica. Es la forma de contener políticamente el reclamo natural de pase a planta de todos estos trabajadores.

Los gobernantes consideran la precariedad laboral como un hecho “normal” y así como utilizan la caída del salario de empleados y maestros como variable de ajuste del presupuesto. En el caso de las tercerizadas, esta variable de ajuste incluye salarios de miseria y empleo precario, mucho más agudamente todavía.

La continuidad de esta tercerización y precarización es la confesión de una crisis de fondo en el estado provincial (que también se patentiza en la aceptación pasiva por parte de los gobiernos provinciales de la estafa que constituye el no pago de aportes a las cajas por parte de los municipios). El mentado superávit de Alicia fue una mentira porque se sostuvo en el robo a los bolsillos de los empleados públicos y en la superexplotación de los tercerizados.

Desde el Partido Obrero denunciamos que el nuevo gobierno sigue los pasos de Alicia Kirchner, descargando la crisis del Estado sobre los hombros de los trabajadores. Si Vidal fuera un cambio debería empezar por pasar a planta a todos los tercerizados.

Reclamamos la reincorporación de los contratados despedidos y el pase a planta de todos los trabajadores que prestan servicios a la provincia de Santa Cruz. Todos deben preservar su empleo, pero que sea  un empleo digno y con derechos.

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