Sindicales

8/6/2000|667

De San Lorenzo a Santa Fe: Marcha ‘a Pata y Pulmón’

La Marcha a Pata y Pulmón fue propuesta por la CGT San Lorenzo en el plenario de regionales cegetistas de la provincia realizado a fines de abril, el cual aprobó una jornada provincial de movilización para el 18 de mayo, que debía culminar en un acto frente a la casa de gobierno en Santa Fe Capital. Una instancia clave fue la asamblea de desocupados convocada en el local del Soepu San Lorenzo, en la que participaron más de 100 trabajadores. Se aprobó reclamar contra el levantamiento de los planes Trabajar, por la reducción de la jornada laboral, por 450 pesos de seguro al desocupado y 600 pesos de salario mínimo. La Marcha planteaba de este modo una continuidad al paro del 5, que tuvo características masivas en toda la provincia y en particular en el sur santafesino. Fue luego del paro, cuando ciertos signos permitían avizorar una movilización profundamente popular, que las regionales alineadas con la CGT disidente dieron marcha atrás. Levantaron la jornada provincial de lucha en nombre de una ‘tregua social’ con el gobierno a cambio de nada; un retroceso que fue denunciado por la CGT San Lorenzo. La decisión de marchar el 24 de mayo en medio de la ‘tregua’ que tensionó a todo el activismo del cordón, le dio a la Marcha un significado político que excedía la convocatoria original.


La Marcha


Con una concentración en la esquina de los bancos, donde las maestras fueron mayoría entre los 300 asistentes (ya que Amsafe San Lorenzo, a través de su cuerpo de delegados, había resuelto la ‘desobligación’ en las dos primeras horas de clase) la Marcha partió a las 10 de la mañana. En las afueras de San Lorenzo, con un contingente de 150 trabajadores movilizados se realizó una agitación en las puertas de la pollería Lumbrera y Parizzi (donde la CGT había logrado la reincorporación de cuatro despedidos la semana anterior).


Desde allí, la columna marchó ocupando las dos manos de la ruta 11, haciendo actos en Maciel (donde se sumó una delegación de municipales) y en Barrancas (donde se acercaron desocupados y despedidos recientes de la metalúrgica CLO, con los que hubo una charla pormenorizada y un plan de acción al regresar en la tarde del jueves 25). El contingente hizo un alto para comer con corte de ruta a la salida de Barrancas y allí se acercaron desocupados de una villa ubicada tras las vías del ferrocarril. Se realizaron, luego, dos movilizaciones en Coronda (una al llegar y otra al atardecer), invitando a la cena y peña en el Club Belgrano, organizada por la Amsafe de esa localidad.


La columna sufrió a esta altura un accidente sin consecuencias personales, con la Traffic que traía maestras desde San Lorenzo y la rotura de otro móvil, que dejó a la columna sin equipo de audio de potencia. Pese a la torrencial lluvia caída esa noche, partió hacia Santa Fe con el refuerzo de otras compañeras docentes. Los vecinos comentaron a esta altura las declaraciones de Reutemann planteando la posibilidad de echar del gabinete a Dunda (autor del proyecto de privatización de la conciliación obligatoria) como muestra de buena voluntad para sentarse a discutir con la CGT San Lorenzo, única que no había participado de la ‘mesa de concertación’ en la que se pactó la tregua.


La entrada a Santo Tomé cruzando el puente que la une a la Capital, cortó el tránsito de hecho y, pese a la llovizna, funcionaron los morteros como en cada localidad anterior. Como en todas esas oportunidades, la gente salía de sus casas, en este caso de las viviendas precarias que se diseminan en los terrenos bajos de entre los riachos del Paraná. Un colegio secundario salió a la puerta y aplaudió con entusiasmo. El ingreso a la gobernación (vallada) fue un capítulo aparte. El despliegue policial fue enorme y superaba la manifestación. Las máximas autoridades policiales recibieron a los dirigentes de la columna y aceptaron sin ninguna discusión retirar las vallas para permitir la movilización frente al Palacio de Gobierno. Estaban presentes cámaras de TV y celulares de radio de todos los medios de la provincia.


Los periodistas más afines al gobierno quedaban rápidamente desarmados ante las respuestas contundentes de los manifestantes entrevistados al azar reivindicando enérgicamente el pliego. La marcha creó así un debate en la base de todos los gremios del centro de la provincia. Según El Litoral, la CGT Santa Fe se reunió con posterioridad a la marcha, declarando su renuncia a la ‘concertación’ y planteando una suerte de autocrítica por su ausencia en la movilización (se habían comprometido a recibir la columna en Santo Tomé, al igual que Tessa, de Amsafe Central, ambos ausentes).


Se repartieron miles de volantes con el planteo reivindicativo y el rechazo a la tregua pactada por las regionales. Esta denuncia sonó como plomo derretido en la boca de Edgardo Quiroga frente a los medios congregados en el inicio de la Marcha, durante su desarrollo y en la plaza frente a la gobernación.


La Marcha había sido postergada una semana respecto de la fecha lanzada inicialmente por la lluvia torrencial desatada sobre el cordón, pero esta contingencia permitió que la columna arribara a la Capital en las mismas horas en que se conocía la victoria de los piqueteros de Salta. Quizás la epopeya del norte explique la solidaridad de las gomerías sobre la ruta, que proveyeron con entusiasmo cuanto neumático usado tenían.


Había que alimentar el fuego iniciado en Mosconi y Tartagal.


Edgardo Quiroga, en su discurso de cierre, llamó a romper la tregua mediante un plan de lucha, a impulsar un congreso de delegados de base en la provincia y en el país, a debatir un programa obrero para enfrentar la crisis y avanzar en la formación de una Coordinadora Provincial de Desocupados para unificar los esfuerzos de lucha de los compañeros de los barrios de Santa Fe Capital, del cordón de San Lorenzo, de Rosario y de Villa Constitución.


La marcha planteó una perspectiva.