El 29 de septiembre se cerró la primera paritaria de empleadas domésticas, caseros y cuidadores no terapéuticos. Es una de las paritarias que concierne al universo de trabajadoras de un mismo rubro, más grande del país, ya que se calcula que existen 1.300.000 trabajadoras. La misma cerró el aumento en dos partes, una correspondiente al mes de octubre del 21% y la otra para diciembre del 7%, no acumulativo. El organismo creado para la negociación es el Consejo Nacional de Trabajo de Casas Particulares (CNTCP). De las tareas que contiene el arreglo paritario la mayoritaria, la de empleadas domésticas, fue la que cerró más a la baja.

El hecho, presentado como un logro por oficialistas y por opositores, ha sido, sin embargo un retroceso en varios sentidos para el personal doméstico. Una vez más el gobierno toma iniciativas importantes para el movimiento obrero, como es la paritaria, y la convierte en un instrumento de freno a la evolución del salario o sea la desnaturaliza.

El universo de empleadas domésticas afectadas de manera directa por la paritaria representa el 10% del total de trabajadoras. Esta porción ha sido blanqueada, fundamentalmente porque hacerlo significó para muchos inscribirse en un régimen de promoción para quienes pagan ganancias.

La paritaria acordada, del 28%, lleva la hora de trabajo a 43 pesos para el mes de diciembre y el sueldo mínimo a 5.358 pesos por 48 horas de trabajo semanal. El salario básico estará entonces por debajo del salario mínimo fijado para enero de 2016, y la hora de trabajo ha sido colocada muy por debajo de lo que hoy cobran muchas trabajadoras que está por encima de los 50 pesos.

El Encuentro Nacional de Mujeres será una oportunidad para iniciar el camino de poner en pie una agrupación clasista y de lucha de las empleadas domésticas.