Sindicales
30/10/2003|823
Declaración de la lista naranja
Paritaria trucha, aumento trucho
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La cámara de la industria gráfica, Faiga, y el sindicato han firmado un acuerdo salarial que consiste en: 1) un incremento de la “antigüedad” y el “vale de comida” y la incorporación anticipada de los 224 pesos, en forma escalonada de aquí a diciembre, y 2) la elevación proporcional de cada categoría para mantener “la apertura histórica”, a partir de marzo.
Para el sindicato esta negociación es un éxito, ya que “representa una recomposición del 84,1 por ciento con respecto a los salarios básicos vigentes al mes de junio de 2003”.
Falso, porque no aclara que de ese 84,1 por ciento el componente mayor corresponde a los 224 pesos del decreto del gobierno, algo que ya todos cobramos (o deberíamos estar cobrando) y que nada tuvo que ver con ninguna negociación.
La realidad es que el sindicato sólo se limitó a aceptar lo que le “tiró” la Faiga: incrementos que oscilan en torno al 20 por ciento… ¡de los miserables básicos “petrificados” desde hace una década! (Para la categoría 6, por ejemplo, eso significa 70 pesos, más algo por “antigüedad”).
Vale decir, se limitó a suscribir el acuerdo que las provincias ya habían firmado antes, aunque partiendo de una escala superior a la de Buenos Aires (que está fuera de la federación nacional), y que, al fin de cuentas, no es otra cosa que la política salarial anunciada por el ministro Tomada a poco de asumir (ver Clarín, 1/6).
Desde el congelamiento de la escala, el aumento del costo de vida acumulado ronda un 150%; sólo en el último tiempo la disparada de la canasta familiar supera el 70 por ciento; mientras por otro lado “el costo laboral industrial registra una caída histórica del 40 por ciento” (Clarín, 5/10), hecho que ha beneficiado al sector gráfico especialmente.
Considerando, además, que hablamos de incrementos que se cobrarán dentro seis meses, cuando la pauta inflacionaria para el 2004 es del 10 por ciento, hay que concluir que el resultado de esta “paritaria” fue muy beneficioso… para los empresarios.
La línea de la pobreza está fijada en los 787 pesos, y ninguna familia gráfica merece un ingreso que no satisfaga lo elemental; por lo tanto el reclamo es: 800 de mínimo, y de ahí en adelante una escala digna, de acuerdo a una canasta familiar.
Necesitamos una asamblea de todos los gráficos para que se escuche la opinión de la base.