Sindicales
11/1/2001|694
Declaración del Plenario Nacional de Organizaciones de Trabajadores Ocupados y Desocupados
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Los trabajadores aquí reunidos declaramos lo siguiente:
1. Se ha dado un salto en la intervención y en la organización de la clase obrera, expresado en la huelga general activa de 36 horas del pasado 23 y 24 de noviembre, que ha tenido como protagonista fundamental a los piqueteros. Nos atrevemos a sostener que sin los piqueteros, esta huelga no habría existido. En primer lugar, porque fue a partir del corte de ruta en La Matanza, del corte de ruta en el norte de Salta, del resto de cortes y del levantamiento popular en General Mosconi y Tartagal que nació y se instaló la tendencia a la huelga general. En segundo lugar, porque los piquetes no se limitaron a cortar una ruta para reclamar pan y trabajo, sino que se convirtieron en una herramienta para garantizar la huelga, sea cortando las vías o el acceso a los lugares de trabajo. Queremos destacar esta nueva realidad y declarar que reivindicamos a los piqueteros como hijos de la clase obrera y como herederos de su mejor tradición histórica, de los piquetes anarquistas y socialistas de principios de siglo, de los piquetes de huelga durante la Década Infame, de los piquetes de huelga bajo la Libertadora y el gobierno de Frondizi, de los piquetes de huelga del Cordobazo y la huelga general del ó75. Ni excluidos, ni trabajadores despojados de su identidad de clase: obreras y obreros que habremos perdido en muchos casos nuestro empleo, pero jamás la memoria.
2. Por estas razones proclamamos la unión indisoluble en la lucha de los ocupados, desocupados y jubilados, unión a que nos lleva la propia política de las patronales y el gobierno. ¿O acaso no están aquí los compañeros piqueteros que en el norte de Salta han exigido la incorporación de trabajadores en las plantas y luchado por un salario para ellos que no sea la miseria de los planes Trabajar, convirtiendo a los desocupados en factor de organización de los activos? ¿O acaso no tenemos denuncias sobre empresas que están tomando compañeros en las condiciones de estos Planes, desconociéndoles el carácter de asalariados y obreros y empujando a la división con otros compañeros, lo que plantea la lucha de todos para arrancar el pase a planta permanente? Planteamos la unión de lucha de los activos y los desempleados por el conjunto de los reclamos, la fusión profunda en base a un programa y una acción en común, asumiéndonos, de conjunto, como representantes de una misma clase social.
3. Luego de la inmensa huelga general, las direcciones oficiales del movimiento obrero han planteado una nueva tregua en función de la búsqueda de una concertación social con el gobierno y las patronales. Los aquí reunidos declaramos que estamos en presencia de un doble crimen. Al paralizar la acción de los trabajadores se da por consumada la destrucción de la prestación básica universal (PBU) y de los restos de la jubilación estatal, la rebaja de los salarios y la privatización de las obras sociales. Al mismo tiempo, un gobierno profundamente golpeado por la crisis y la acción de la clase obrera puede rehacerse y seguir golpeando. Queremos recordar que esta política se repite por tercera vez en el año. Después de enormes paros y movilizaciones se llamó a los trabajadores a detener su acción en nombre de "concertaciones" o "gabinetes de emergencia" que no tuvieron otra función que inmovilizar a la clase obrera. Así pasó la reforma laboral, la rebaja de salarios y se está dejando pasar el ajuste de hoy. Está planteado claramente un problema de dirección. Los aquí reunidos sostenemos que está vigente la posibilidad de derrotar el paquetazo del gobierno a través de la profundización de la lucha. Las centrales obreras nos dicen, sin embargo, con su conducta, que no están dispuestas a asumir esta perspectiva. Pero todas las reivindicaciones por las que salimos a luchar están pendientes. Reclamamos a las direcciones oficiales y llamamos a actuar por una huelga general de 72 horas, en la perspectiva de la huelga general indefinida hasta arrancar nuestros reclamos. Planteamos la lucha común por:
Aumento salarial del 50%. Salario mínimo de 600 pesos. Subsidio al desocupado de 500 pesos.
Jornada de ocho horas. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario.
Derogación de la reforma laboral y de la flexibilidad en su conjunto, es decir, de las leyes, actas y convenios que la contienen. Derogación del presupuesto del 2001 y del Pacto Federal II con los gobernadores. No pago de la deuda externa.
Reestatización de YPF, Aerolíneas y todas las empresas privatizadas bajo control de los trabajadores.
Viviendas sociales para trabajadores ocupados o desocupados que las necesiten.
Convenios colectivos con paritarios electos por los trabajadores en asamblea general. Abolición del trabajo en negro mediante el blanqueo bajo control de comisiones obreras fiscalizadoras. Condena penal a la patronal evasora y que integre el circuito del trabajo en negro.
Efectivización, sindicalización e inclusión en convenio de todos los trabajadores transitorios. Administración de todo plan de empleo y asistencia social por las organizaciones de trabajadores sin ninguna injerencia del aparato del Estado.
Libertad a Castells, Alí y Luis Cruz de General Mosconi, libertad a los presos de La Tablada, levantamiento de todas las causas penales a los luchadores. Esclarecimiento y castigo a los asesinos de Aníbal Verón y de todos los mártires de la lucha.
4. Llamamos a todas las organizaciones del movimiento obrero que declaran enfrentar la política de hambre y entrega del gobierno fondomonetarista a convocar a un Congreso Nacional de Piqueteros y de la Clase Obrera en el segundo fin de semana de abril en un lugar a determinar, para establecer un gran plan de lucha y encarar la convocatoria a una Marcha Nacional del Hambre, con paros y piquetes de las organizaciones convocantes, hacia mediados del 2001.
5. Declaramos que frente a la política sin salida de la burocracia es necesario luchar por una nueva dirección obrera. Para abrir esta perspectiva llamamos a los piqueteros y luchadores a organizar una alternativa clasista, que luche por un programa obrero de salida a la crisis y se proponga la expulsión de la burocracia de los sindicatos. Al vaciamiento de nuestros reclamos en nombre de una política "antimodelo" de concertación con la patronal nativa, oponemos la defensa irrestricta de todas y cada una de nuestras reivindicaciones. Al método de los paros aislados y desgastantes, oponemos el plan de lucha y la huelga indefinida hasta arrancar lo que nos corresponde. A la perspectiva de un "gobierno de conciliación nacional" con quienes no representan nuestros intereses, el planteo de convertir a los piqueteros en vanguardia política de la clase obrera y de todos los explotados en la lucha por un gobierno de trabajadores.
6. Nos comprometemos a constituir sólidas organizaciones en cada uno de los escenarios en los que estamos actuando. A promover congresos regionales que apunten a nuclear a todo lo vivo y actuante del movimiento de lucha, a desenvolver nuestro programa y estructurar una dirección. Nuestra columna vertebral es una política de independencia y fidelidad a la clase obrera frente al gobierno proimperialista, los partidos patronales y las direcciones que nos llevan a un callejón sin salida.
7. El 22 de diciembre somos todos piqueteros; por una Navidad con Pan y con Trabajo. Llamamos a efectivizar cortes, ollas y piquetes en todo el país.
En la ciudad de Buenos Aires, a los 16 días del mes de diciembre de 2000.
La mesa impulsa al mismo tiempo la difusión nacional y, en particular, a las comisiones de desocupados de todo el país, las resoluciones del congreso del norte de Salta del 9/12, y gira a todas las organizaciones la propuesta de ese mismo plenario de instaurar el 13 de mayo como día nacional del piquetero.